Un gol de Jordi Alba en el último minuto del partido acabó con la resistencia del Celtic de Glasgow en el Camp Nou

El Barça, en el descuento

Adriano y Xavi Hernández celebran el gol marcado por Jordi Alba ante el Celtic de Glasgow. (Foto: TONI ALBIR)
Un Barcelona que se estuvo estrellando durante todo el partido contra la meta del Celtic encontró el chispazo definitivo en la última acción del encuentro, con un remate de Jordi Alba casi en la línea de gol (2-1) en el minuto 94.
El Barça hubiese merecido mayor suerte, por dominio y perseverancia, pero el Celtic también jugó con seriedad sus cartas, aunque para ello renunció a la pelota y sólo la pretendió jugar para buscar en largo a alguno de los suyos para que emprendiese la aventura del contragolpe.

No sólo no discutió la pelota; el Celtic entregó las bandas y amuralló su área con jugadores netamente más altos que los barcelonistas, quienes, excepto Song, no daban la talla, en altura, antes sus rivales.

Un rebote en Mancherano batió a Valdés y complicó todavía más el partido para los azulgrana.

Con el gol a cuestas, el Barça regresó a su calvario, el de mover y mover el balón sin encontrar un agujero por donde colarlo y sorprender al Celtic. Fue en el 45 cuando el equipo español elaboró una acción de extrema precisión y belleza, en la que intervinieron los tres 'grandes', Messi, Xavi e Iniesta, con remate final de éste cayendo al suelo, que significó el empate (1-1).

En la última jugada del partidoAlba, tras un centro en diagonal, corrió a rematar el balón al fondo de las mallas (2-1).

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