El presidente del Celta lamentó que su club apenas reciba ayudas de las instituciones públicas, algo que sí sucede en casos como los de Villarreal, Valencia, Zaragoza u Osasuna

Carlos Mouriño: ‘He sufrido mucho como empresario y por la política, pero nada es comparable al Celta’

Mouriño, ayer en Los Escudos. Foto: vicente
El presidente y máximo accionista del Celta, Carlos Mouriño (Vigo, 1943), fue el protagonista ayer en el Pazo de los Escudos del Fórum Europa que organiza Nueva Economía Fórum. El dirigente celeste hizo un repaso a su trayectoria en el mundo de los negocios, la política y el deporte. ‘No he tenido una vida fácil, pero nada es comparable al Celta’, admitió. El mandatario lamenta que en fútbol no se pueda planificar a largo plazo, considera que la suerte es un factor muy a tener en cuenta en el balompié y asegura que ‘la afición es resultadista’. Pero, por encima de todo, no se arrepiente de su aventura en el Celta.
Carlos Mouriño descubrió ayer en el Pazo de los Escudos su faceta menos conocida. La del empresario que dirige unas sesenta empresas con más de 2.000 trabajadores a su cargo y que facturan unos 400 millones de euros al año. La del coordinador general de la campaña del a la postre presidente de México Vicente Fox en seis estados del mencionado país. El emprendedor que vio cómo en 1982 y en 1994 su deuda se doblaba por la nacionalización de la banca mexicana. El personaje político que contribuyó al primer cambio de gobierno en México en 72 años. Sin embargo, ha sido su pasión —el fútbol, el Celta— la que más quebraderos de cabeza le ha dado: ‘No he tenido una vida fácil y he sufrido mucho como empresario y por la política, pero nada es comparable al Celta’. Amediados de 2006, sucedió en el cargo a Horacio Gómez. El equipo que cogió en la UEFA lleva tres años (camino de cuatro) en Segunda. Y Mouriño reconoce sus errores: ‘En el mundo de la empresa decimos que los negocios se piensan con la cabeza y se deciden un poco con el corazón. En el Celta, no tuve cabeza y sí mucho corazón’. El dirigente insiste en las comparaciones y asegura que la Diosa Fortuna tiene su peso en el deporte. ‘Los jugadores serían equiparables a una cadena de producción, pero su rendimiento depende de las lesiones, de cómo se combinen sus diferentes caracteres, de su estado de ánimo, de la suerte...’, explica. Y al Celta, apunta, le ha faltado suerte en este sentido. ‘No volvería a fichar a los jugadores que nos han llevado a esta situación’, resalta. ¿Y el técnico? Se intuyen decepciones: ‘El entrenador sería el director de producción. En la entrevista previa, te expone sus puntos de vista, te cuenta cómo jugará el equipo. Pero en la práctica, se amolda a los resultados’. ¿Pepe Murcia? El dirigente celeste ha aprendido a lidiar con las exigencias de la hinchada, aunque es duro a la hora de analizar su papel. ‘En la empresa se hacen las cosas pensando a largo plazo y no tiene repercusión. En el Celta todo es inmediato y sin posibilidad de error. Además, los socios y aficionados te exigen resultados. La afición es resultadista y no le importa si tienes o no dinero’, señala. Por otro lado, reconoció que ha tenido que ocultar su opinión en más de una ocasión por razones políticas: ‘Todos están pendientes de si haces un gesto a favor o en contra de un partido. Muchas veces no eres tú mismo ni dices cosas como las sientes, sino como debes institucionalmente’. Pero, a pesar de todo, Mouriño volvería a comprar las acciones de Horacio Gómez. ‘Seré presidente mientras el Celta esté en condiciones difíciles, que ahora vamos superando. Ser presidente era mi ilusión y nunca me arrepentiré de ello’, dice. Y es que el dirigente ha extraído mucho jugo a su experiencia al frente del club vigués. ‘Mucho de lo que he aprendido en el Celta me ha sido útil para la empresa privada: moderar, consensuar, tratar de convencer... son cosas que no necesitas en otros ámbitos’, señala. Aunque otros aspectos de este mundo, explica, no los comparte: ‘No entiendo la frase ‘el fútbol es así’. Y ante eso me rebelo, aunque tiene un coste social muy grande. Echo de menos poder planificar a largo plazo. No garantiza resultados, pero sí minimiza los riesgos’. Sobre el futuro, lo tiene claro: ‘Si el Celta tiene éxito será por nuestro trabajo y no porque hayamos puesto en riesgo la viabilidad del club’, remachó Carlos Mouriño.

‘Existe una competencia desleal entre Comunidades Autónomas’

Tal y como hizo la semana pasada en los micrófonos de Radio Galega, Carlos Mouriño volvió a denunciar ayer la falta de ayudas por parte de las administraciones públicas de Galicia al Celta, sobre todo si se tienen en cuenta las cantidades que reciben clubes de otras regiones. ‘Existe una competencia tremendamente desleal entre Comunidades Autónomas. La gente se pregunta por qué ese equipo que más o menos tiene el nivel del Celta va bien y nosotros no y yo pongo ejemplos: el Villarreal recibe cinco millones de la televisión pública, esto quiere decir que podríamos fichar a cinco de los mejores jugadores de la historia del Celta, cobrando un millón por temporada. El Valencia ha recibido un aval de setenta millones de euros de la Generalitat para salvar el equipo. Lo mismo sucede con el Zaragoza. Y el Osasuna recibe dos millones sólo por llamar a su estadio Reyno de Navarra...’, explicó el dirigente celeste. En este sentido, cabe destacar que ayer mismo el Ayuntamiento de Gijón y el Sporting acordaron renovar el convenio de promoción de la imagen de la ciudad para los próximos cuatro años, que supondrá unos ingresos de dos millones para el equipo. Por otro lado, Mouriño también denunció los excesos cometidos por algunos conjuntos. ‘Los derechos de televisión van a matar el fútbol. Es lo que pasó durante años, los clubes fichaban jugadores para luego venderlos más caros y al final se tuvieron que quedar con ellos. No tenían dinero y lo más fácil era dejar de pagar a Hacienda. Pero cuando ésta cierre la mano, muchos equipos estarán al borde de la desaparición’, advirtió.

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