El Celta no marca, pero al menos no pierde

Un Celta conformista logró su objetivo de no perder ante el Eibar, que en la segunda mitad fue mejor, aunque se encontró con la brillante actuación del meta Notario.
Las urgencias clasificatorias del Celta y la falta de fluidez en el juego local propiciaron una primera parte carente de ritmo, en la que los atacantes apenas pisaron las áreas y los porteros fueron poco más que espectadores. El Celta puso más intención en su juego, pero tan sólo durante los primeros minutos, aunque sus opciones se limitaron a remates lejanos de Renán, Moya y Fajardo. El Eibar tampoco se sintió a gusto con el balón en los pies.

En la segunda mitad, sin embargo, el encuentro cobró algo más de viveza, si bien la chispa únicamente la puso el conjunto de Carlos Pouso, dispuesto a poner a prueba a Notario.

El primero en hacerlo fue Cases, en el minuto 52, con buena respuesta del guardameta celeste, que sin embargo se hubo de emplear realmente a fondo nueve minutos después, cuando el mismo extremo izquierdo azulgrana se abrió camino entre tres defensas con enorme facilidad y bordeó el gol desde muy cerca.

Casi de inmediato, en el minuto 64, llegó la otra gran oportunidad eibarresa, esta vez con un contragolpe del recién incorporado Carlos Rubén, quien se plantó solo en el área y se encontró con la magnífica intervención de Notario.

A partir de ahí del Celta vio el peligro de dejar el mínimo espacio al anfitrión y se limitó a taponar huecos y dejar pasar el tiempo, más preocupado de no verse sorprendido de nuevo que de atacar, dando por bueno su primer punto de la temporada.

Lo logró con algo de fortuna y a base de un fútbol rácano.

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