Andrés Iniesta completó una Eurocopa sobresaliente con el Balón de Oro al mejor jugador de un torneo perfecto para él y para España, con un título histórico de la competición por segunda edición consecutiva y con el reconocimiento personal a su gran labor.
'En muchos sentidos, Iniesta simboliza el torneo. Es un jugador creativo, incisivo con y sin el balón. Sentimos que resume mucho de lo que hemos visto', explicó Andy Roxburgh, director técnico de la UEFA, tras la elección del internacional español como mejor jugador de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Iniesta ha sido indiscutible para Del Bosque, como ya lo fue en el Mundial de Sudáfrica o en la Eurocopa de Austria y Suiza, con Luis Aragonés como seleccionador, allí donde comenzó el ciclo más exitoso de la historia de la selección española, cifrado en tres títulos en cuatro años.
'Estoy feliz por haber sido campeones. Da igual quién haga los goles, no juego para conseguir balones de oro, lo hago para ser feliz. Si luego la gente valora lo que hago, pues encantado', dijo el domingo minutos después del encuentro y de que el croata Suker y Karembeu le seleccionaran como el mejor futbolista de la final.
Sus estadísticas, con una asistencia de gol, en el encuentro ante Croacia, en la última jornada del grupo C, el tanto que aseguraba la primera posición de España para acceder a cuartos de final, y ningún gol no reflejan la relevancia de un jugador maravilloso en el regate y en el pase.
Iniesta ha sido uno de los futbolistas que más ha lanzado a portería, sólo superado por el portugués Cristiano Ronaldo, y está entre los diez mejores pasadores y entre los que más faltas han sufrido a lo largo de la competición. Sin duda, una pieza básica en la España campeona.
Iniesta ha sido titular en los seis encuentros de la competición. Sólo no disputó 19 minutos de los 570 y ha sido uno de los motores del fútbol ofensivo de España, con pases que significaron goles, como la jugada que inició en el primer partido de la selección, contra Italia el 10 de junio en Gdansk.
Ese día también fue el mejor de la selección española. Su desborde, habilidad y regate, tanto en una primera parte bastante gris del equipo como en un segundo tiempo más convincente, fueron lo más notable en aquel encuentro. El 1-1, marcado por Cesc Fàbregas a pase de David Silva, surgió de las botas del azulgrana.
También el gol de la victoria ocho días después contra Croacia, en un encuentro muy complicado que le dio el primer puesto de grupo de España con un gol de Jesús Navas en los instantes finales. La asistencia fue de Iniesta. Entre medias también completó un buen encuentro en la goleada ante Irlanda (4-0).
En cuartos de final frente a Francia y en las semifinales contra Portugal también fue titular. Asumió un papel destacado tanto en el primer partido, ganado por 2-0, como en el segundo, 1-0, en el que impulsó las mejores oportunidades españolas en la prórroga después de un encuentro que se movió entre la tensión y la dificultad.
Y en la final en Kiev, en la que fue designado de nuevo futbolista del partido, la jugada del primer gol surgió de sus botas, con un pase perfecto al desmarque por banda izquierda de Cesc Fàbregas.
Otros nombres ilustres
Así ha llegado Iniesta a ser el mejor jugador de la Eurocopa, un galardón en el que sucede a su compañero Xavi Hernández. Lo consiguieron también Luis Suárez (1964), Platini (1984), Van Basten (1988) o el alemán Gerd Muller (1972).
Iniesta ha sido indiscutible para Del Bosque, como ya lo fue en el Mundial de Sudáfrica o en la Eurocopa de Austria y Suiza, con Luis Aragonés como seleccionador, allí donde comenzó el ciclo más exitoso de la historia de la selección española, cifrado en tres títulos en cuatro años.
'Estoy feliz por haber sido campeones. Da igual quién haga los goles, no juego para conseguir balones de oro, lo hago para ser feliz. Si luego la gente valora lo que hago, pues encantado', dijo el domingo minutos después del encuentro y de que el croata Suker y Karembeu le seleccionaran como el mejor futbolista de la final.
Sus estadísticas, con una asistencia de gol, en el encuentro ante Croacia, en la última jornada del grupo C, el tanto que aseguraba la primera posición de España para acceder a cuartos de final, y ningún gol no reflejan la relevancia de un jugador maravilloso en el regate y en el pase.
Iniesta ha sido uno de los futbolistas que más ha lanzado a portería, sólo superado por el portugués Cristiano Ronaldo, y está entre los diez mejores pasadores y entre los que más faltas han sufrido a lo largo de la competición. Sin duda, una pieza básica en la España campeona.
Iniesta ha sido titular en los seis encuentros de la competición. Sólo no disputó 19 minutos de los 570 y ha sido uno de los motores del fútbol ofensivo de España, con pases que significaron goles, como la jugada que inició en el primer partido de la selección, contra Italia el 10 de junio en Gdansk.
Ese día también fue el mejor de la selección española. Su desborde, habilidad y regate, tanto en una primera parte bastante gris del equipo como en un segundo tiempo más convincente, fueron lo más notable en aquel encuentro. El 1-1, marcado por Cesc Fàbregas a pase de David Silva, surgió de las botas del azulgrana.
También el gol de la victoria ocho días después contra Croacia, en un encuentro muy complicado que le dio el primer puesto de grupo de España con un gol de Jesús Navas en los instantes finales. La asistencia fue de Iniesta. Entre medias también completó un buen encuentro en la goleada ante Irlanda (4-0).
En cuartos de final frente a Francia y en las semifinales contra Portugal también fue titular. Asumió un papel destacado tanto en el primer partido, ganado por 2-0, como en el segundo, 1-0, en el que impulsó las mejores oportunidades españolas en la prórroga después de un encuentro que se movió entre la tensión y la dificultad.
Y en la final en Kiev, en la que fue designado de nuevo futbolista del partido, la jugada del primer gol surgió de sus botas, con un pase perfecto al desmarque por banda izquierda de Cesc Fàbregas.
Otros nombres ilustres
Así ha llegado Iniesta a ser el mejor jugador de la Eurocopa, un galardón en el que sucede a su compañero Xavi Hernández. Lo consiguieron también Luis Suárez (1964), Platini (1984), Van Basten (1988) o el alemán Gerd Muller (1972).
