El Mundial de clubes, el torneo que recogió el testigo de la Copa Intercontinental para ampliar al resto de Confederaciones de la FIFA el repertorio de aspirantes, presenta en Abu Dabi su séptima edición, con el Inter de Milán y el Internacional de Brasil como candidatos a heredar la corona del Barcelona.
A pesar de las variantes introducidas en el formato, que pretende dotar al campeón de la consideración de campeón del mundo, son los europeos o americanos los que terminan por conquistarlo.
Es para el Inter una buena ocasión de ampliar su palmarés. Pero sobre todo supone una oportunidad para esconder los fantasmas que planean a su alrededor. Gris en la Liga (está a diez puntos del líder, el Milán) y previamente batido por el Atlético en la Supercopa.
El equipo dirigido ahora por el español Rafael Benítez pretende rememorar los éxitos de antaño. Cuando logró la Intercontinental en 1964 y 1965, ambos contra el Independiente de Argentina.
Es un claro aspirante el cuadro italiano. Igual que el Internacional de Porto Alegre, un clásico brasileño que disfrutó de su esplendor en el año 2006, cuando fue campeón de la Copa Libertadores de América y del Mundial de clubes, su mayor logro, después de batir al Barcelona. Es el actual campeón de América después de haberse adjudicado la Copa Libertadores 2010.
Ambos ansían, junto al Pachuca mexicano, el Seongnam Ilhwa surcoreano, el Manzebe congolés, el Hekari de Papúa Nueva Guinea y el Al Wahda de Emiratos Árabes el trono del Mundial, una competición que arrancó en el 2000 y que desapareció durante cuatro años.
Es para el Inter una buena ocasión de ampliar su palmarés. Pero sobre todo supone una oportunidad para esconder los fantasmas que planean a su alrededor. Gris en la Liga (está a diez puntos del líder, el Milán) y previamente batido por el Atlético en la Supercopa.
El equipo dirigido ahora por el español Rafael Benítez pretende rememorar los éxitos de antaño. Cuando logró la Intercontinental en 1964 y 1965, ambos contra el Independiente de Argentina.
Es un claro aspirante el cuadro italiano. Igual que el Internacional de Porto Alegre, un clásico brasileño que disfrutó de su esplendor en el año 2006, cuando fue campeón de la Copa Libertadores de América y del Mundial de clubes, su mayor logro, después de batir al Barcelona. Es el actual campeón de América después de haberse adjudicado la Copa Libertadores 2010.
Ambos ansían, junto al Pachuca mexicano, el Seongnam Ilhwa surcoreano, el Manzebe congolés, el Hekari de Papúa Nueva Guinea y el Al Wahda de Emiratos Árabes el trono del Mundial, una competición que arrancó en el 2000 y que desapareció durante cuatro años.
