Javi llega en su mejor momento para sacarse una espina clavada

Después de ser campeón del mundo y de Europa, Javi tiene una espina clavada: los Juegos Olímpicos. Poque en Pekín era el gran favorito y no pudo colgarse una medalla al llegar lesionado, algo que muy poca gente sabía.
Y muy poco gente supo lo mal que lo pasó los dos meses antes de competir en China, porque nunca lo ha utilizado como excusa.
Por eso, le tiene muchas ganas a esta prueba y en los últimos doce meses todo lo que ha hecho está enfocado en llegar bien mañana a Londres. Además, es consciente de la repercusión que tiene una cita como ésta y, en este sentido, centra todas sus fuerzas en la cita olímpica. Lo hace más por el propio triatlón que por él mismo. Porque competir en Londres no le da absolutamente nada a nivel económico. Si pensara en eso, habría centrado toda la temporada en la Copa del Mundo o podría estar compitiendo en el circuito americano, donde ganaría bastante más.
Pero Javi sale a por la victoria en citas como ésta de Londres por el propio deporte y por la gente que le rodeamos. Porque es consciente de lo trascendental que puede ser para el triatlón lograr una medalla. Supondría un respaldo impresionante para este deporte.
Su preparación estuvo marcada por la infección que cogió hace un par de meses que le obligó a parar quince días. Eso le supuso un pelín de retraso pero, finalmente, le ha venido de maravilla y afronta la prueba en el mejor estado de forma de toda su carrera.
Por eso, en su entorno estamos convencidos de que, si no sucede ninguna desgracia, estará seguro en el podio. Hoy mismo (por ayer) está lloviendo muchísimo en Londres, pero para el martes las predicciones dicen que no caerá tanta agua, lo que será positivo para evitar accidentes no deseados.
Javi tiene un carácter muy competitivo y suele conseguir todo lo que se propone. Eso sí, a base de trabajo. La famosa prohibición de competir por una supuesta dolencia cardíaca son ya cosas del pasado y está totalmente superado. Aunque a los que estamos cerca de él nos reconoce que nunca lo olvidará, ha sabido pasar página, mirar para delante y utilizar ese obstáculo para crecer.
De aquella, hubo un pacto para que pasase revisiones cada equix meses y lo cierto es que pasa más todavía. Ni él es un loco ni los que lo animamos a seguir compitiendo de aquella le deseábamos ningún mal. Pása más controles que nadie y jamás se ha aprecidado el más mínimo problema.
Hasta Londres nos hemos desplazado medio centenar de personas a lo largo de los últimos días para poder seguir en directo la prueba de mañana. A pesar de la crisis, somos muchos los que hemos querido estar con él en una cita de tal relieve. Familiares, amigos, su cardiólogo e incluso algunos triatletas jóvenes estaremos con él. Confiados en que lo dará todo y sabiendo que se encuentra de maravilla, en su mejor momento.

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