El Real Madrid se anotó el primer punto de la eliminatoria de cuartos de final al vencer al Blusens Monbus por 90-75, en un partido gris en el que sólo la magia del 'Chacho' Rodríguez puso algo de color.
Los de Laso se dejaron la defensa en el vestuario en el primer cuarto, 22-25. El partido cambió por completo con la entrada de Sergio Rodríguez. El 'Chacho' le metió otra velocidad al partido y comenzó a sacar de la chistera asistencia tras asistencia. El Madrid creció en mayor medida, incluso, que se empequeñeció el Obradoiro, incapaz de anotar y de frenar a su rival, 28-11 de parcial, 50-36 en el descanso.
Con las bases de la victoria ya perfectamente asentadas, Laso decidió reservar a muchos de sus titulares. La decisión le sentó bien al equipo santiagués, que pudo volver a competir y a mostrar algunas de sus muchas virtudes, aunque Corbacho siguió muy vigilado y con poco margen de acción.
Salah Mejri también exhibió su velocidad de pies y el mucho, quizá demasiado, margen de mejora que tiene por delante. Al último descanso se llegó con un 66-56.
Los últimos diez minutos no se salieron del guión de un partido que no pasará a la historia. Sólo la magia del 'Chacho', la efectividad de Felipe y la regularidad de Rudy sobresalieron en un partido gris.
Con las bases de la victoria ya perfectamente asentadas, Laso decidió reservar a muchos de sus titulares. La decisión le sentó bien al equipo santiagués, que pudo volver a competir y a mostrar algunas de sus muchas virtudes, aunque Corbacho siguió muy vigilado y con poco margen de acción.
Salah Mejri también exhibió su velocidad de pies y el mucho, quizá demasiado, margen de mejora que tiene por delante. Al último descanso se llegó con un 66-56.
Los últimos diez minutos no se salieron del guión de un partido que no pasará a la historia. Sólo la magia del 'Chacho', la efectividad de Felipe y la regularidad de Rudy sobresalieron en un partido gris.