La resolución de la Supercopa de España debe esperar a la vuelta, después del empate a dos en un partido con superioridad del equipo madridista

Madrid y Barça hacen tablas

El barcelonista Alves pelea con el madridista Cristiano Ronaldo. (Foto: CHEMA MOYA)
El primer capítulo de la final de la Supercopa en el duelo de más grandeza de España, el clásico, recuperó el brillo del buen fútbol y apartó el de la polémica, en un encuentro en el que el Real Madrid mostró superioridad física ante un Barcelona al que salvó la calidad de Villa y Messi en sus dos únicas llegadas a la portería rival (2-2).
El inicio de partido respondió a la pretemporada de cada equipo. El Barcelona llegó justo y le faltó fluidez por la ausencia de Xavi y contención por Busquets. Se agarró al estreno brillante del chileno Alexis Sánchez. La agresividad inicial del Madrid pudo con todo.

El Real Madrid se sentía superior físicamente y quería aprovechar cada segundo. Sin noticias azulgranas, sólo Valdés estaba a la altura de la final. Una brillante estirada a cabezazo picado de Benzema a los nueve minutos evitó el primero. Nada pudo hacer cuatro minutos después ante un desajuste defensivo. Benzema recibió, aguantó y asistió a la llegada de Özil que definió con calidad (1-0).

El rodillo blanco se exhibía ante su enfurecida afición. La presión y la recuperación de balones en zonas de peligro hacia dueño al Real Madrid. Valdés volvía a intervenir a disparos de Xabi Alonso y el enchufado Benzema.

El Barcelona marcó en su primer intento de disparo. Son cosas del fútbol y de los genios como Villa. Le vio Messi escorado, encaró a Ramos y soltó un derechazo a la escuadra (1-1).

Mantener el nivel físico era imposible. En cuanto el Real Madrid lo rebajó mínimamente fue castigado con una dureza excesiva porque al borde del descanso, apareció Messi para sacar provecho del único error blanco. Un resbalón de Pepe. Un mal toque de Khedira. Y el mejor jugador del mundo no perdonó ante Casillas (1-2).

Recuperó su identidad el Barcelona en el inicio del segundo acto. Tenía superioridad numérica en el centro del campo. Lo compensó Mourinho dando entrada a Coentrao. Y volvieron las cosas que hacen tan grande al fútbol. Es imprevisible. Tocaban los azulgrana y a la primera acción de peligro el Real Madrid empató. Xabi Alonso marcó tras un rechace de un córner (2-2).

La superioridad física madridista provocó que el Barça volviese a recular. Pepe perdonó el único error por alto de Valdés. Benzema una clara de cabeza. Cristiano buscó su gol sin éxito en una falta, con un disparo en semi fallo y otro potente.

No podía faltar la polémica. El Bernabéu y Cristiano pidieron un penalti de Valdés. Minutos después lo pidió Pedro Marcelo. Al final, tablas, y pendientes de la vuelta.

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