Messi puso la magia y Henry, apático al principio, firmó tres de los cuatro goles

El Barcelona arrolló a un flojo Levante (1-4) gracias a un magistral partido de Leo Messi y la gran efectividad exhibida por su compañero Thierry Henry, que anotó tres de las cuatro ocasiones que tuvo.

Ambos entrenadores plantearon de inicio una defensa adelantada y fuerte presión en campo rival, pero la estrategia local se diluyó de inmediato en cuanto el Barcelona se hizo dueño del balón y del ritmo del encuentro.

El conjunto de Frank Rijkaard se dedicó a tocar y tocar sin prisas a la espera de encontrar un hueco, casi siempre gracias a las individualidades de Iniesta o Messi.

El tercero de los arietes del Barcelona, el francés Henry, parecía haber saltado al campo como dormido, apenas participó en los primeros 20 minutos de juego e incluso desperdició una magnífi ca ocasión de gol que le fabricó Iniesta en el 17. Pero fue esta acción la que despertó el orgullo del francés, que sólo uno después de haber lanzado a las nubes un fácil remate fue capaz de abrir el marcador al encontrarse con un rechace del portero Storari.

Con el 0-1 en el marcador, el Barcelona se convirtió en un ciclón, y apenas seis minutos después de conseguir el primer tan to, Leo Messi le sacó los colores a la defensa local con un simple pase al hueco al que Henry sacó el máximo provecho. Era el 0-2.

El Barcelona siguió disfrutando del fútbol y jugando a placer también después del descanso. Y duplicó la ventaja con dos acciones individuales. La primera fue de Henry, que robó un balón en la banda izquierda y lo hizo todo para sumar el tercero a su cuenta.

La segunda fue de Leo Messi, que hizo lo mismo que su compañero pero por la banda derecha y con dos o tres velocidades más que el resto de futbolistas.

Con un Levante roto física y moralmente, el Barcelona convirtió el partido en un gran rondo cuando restaba media hora.

El gol del honor del Levante llegó en uno de los balones largos que contactaron con el espigado delantero italiano Riganó, la pelota llegó al área de Valdés y Alex Geijo fue derribado. El penalti lo transformó el gallego Viqueira.

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