El internacional argentino Lionel Messi está muy esperanzado en las opciones del Barcelona en la final de la Liga de Campeones del próximo sábado contra el Manchester United.
Para el azulgrana, una de las claves del partido del próximo sábado en el estadio londinense de Wembley pasa porque el equipo catalán 'haga las cosas bien'.
'Cuando voy a jugar un partido siento siempre que vamos a ganar. Confío en el grupo. Sé que es un partido especial y difícil, porque es una final. Pero estamos ilusionados y con muchas ganas', señaló.
A Messi no le motiva en especial el partido sólo por tratarse de una final, porque su deseo es hacer lo que siempre se marca antes de jugar. 'Saldré a jugar como lo hago siempre. Siempre juego todos los partidos como si fuesen una final. La gente confía en este grupo por lo que ha hecho'.
Desconoce qué planes tiene el Manchester United para el partido de Wembley, pero sí que subrayó que al equipo inglés le gusta tener la pelota: 'A ellos les gusta tener la pelota y disponer de ocasiones de gol. Pero no sé cómo jugarán. Nosotros iremos a buscar la pelota desde el primer momento', garantizó.
Messi rehusó la idea de que el encuentro cuente con un favorito, y se limitó a destacar que se trata 'de un partido especial en el que los dos pueden ganar'.
Sí tiene claro en cambio que el choque de dos trenes como son el United y el Barcelona se decidirá 'en los pequeños detalles'.
'Deberemos estar preparados desde el primer minuto y que esos detalles caigan de nuestro favor', subrayó el jugador argentino, que guarda un gran recuerdo de la final de la Liga de Campeones de 2009, en la que marcó el segundo gol, pero precisó que aquella experiencia 'ya quedó atrás'.
Leo Messi espera a una defensa del Manchester United 'muy dura' por lo contundente y firme que se ha mostrado esta temporada, y porque 'lleva muchos años jugando junta'.
'En los siguientes días veremos cómo les podremos hacer daño', dijo el argentino, que le dio mucha importancia a que el Barcelona llegue con toda la plantilla disponible, al revés de lo que sucedió hace dos años, con las bajas de Abidal y Alves y las lesiones de Iniesta y Henry, que jugaron en Roma muy condicionados.
Finalmente, el argentino admitió que mientras pudo luchar por el Pichichi se ilusionó por el reconocimiento al máximo goleador de la Liga, pero que no lo cambia por la Liga ni por haber priorizado el bien colectivo al individual. 'Me hubiese gustado jugar los últimos partidos, pero también me ha ido bien descansar', finalizó.
'Cuando voy a jugar un partido siento siempre que vamos a ganar. Confío en el grupo. Sé que es un partido especial y difícil, porque es una final. Pero estamos ilusionados y con muchas ganas', señaló.
A Messi no le motiva en especial el partido sólo por tratarse de una final, porque su deseo es hacer lo que siempre se marca antes de jugar. 'Saldré a jugar como lo hago siempre. Siempre juego todos los partidos como si fuesen una final. La gente confía en este grupo por lo que ha hecho'.
Desconoce qué planes tiene el Manchester United para el partido de Wembley, pero sí que subrayó que al equipo inglés le gusta tener la pelota: 'A ellos les gusta tener la pelota y disponer de ocasiones de gol. Pero no sé cómo jugarán. Nosotros iremos a buscar la pelota desde el primer momento', garantizó.
Messi rehusó la idea de que el encuentro cuente con un favorito, y se limitó a destacar que se trata 'de un partido especial en el que los dos pueden ganar'.
Sí tiene claro en cambio que el choque de dos trenes como son el United y el Barcelona se decidirá 'en los pequeños detalles'.
'Deberemos estar preparados desde el primer minuto y que esos detalles caigan de nuestro favor', subrayó el jugador argentino, que guarda un gran recuerdo de la final de la Liga de Campeones de 2009, en la que marcó el segundo gol, pero precisó que aquella experiencia 'ya quedó atrás'.
Leo Messi espera a una defensa del Manchester United 'muy dura' por lo contundente y firme que se ha mostrado esta temporada, y porque 'lleva muchos años jugando junta'.
'En los siguientes días veremos cómo les podremos hacer daño', dijo el argentino, que le dio mucha importancia a que el Barcelona llegue con toda la plantilla disponible, al revés de lo que sucedió hace dos años, con las bajas de Abidal y Alves y las lesiones de Iniesta y Henry, que jugaron en Roma muy condicionados.
Finalmente, el argentino admitió que mientras pudo luchar por el Pichichi se ilusionó por el reconocimiento al máximo goleador de la Liga, pero que no lo cambia por la Liga ni por haber priorizado el bien colectivo al individual. 'Me hubiese gustado jugar los últimos partidos, pero también me ha ido bien descansar', finalizó.
