Un Levante bipolar fue capaz de remontarle dos goles al Espanyol, y de la mano de Michel firmó una heroica remontada en los segundos 45 minutos de un partido que acabó con diez.
La primera parte del Levante fue para olvidar. El conjunto valenciano, con un doble pivote formado por dos jugadores de corte defensivo como Diop e Iborra, fue incapaz de generar juego. Con un fútbol ramplón, sin lanzar ni una vez entre los tres palos, se lo puso muy fácil al Espanyol.
La primera parte del Levante fue para olvidar. El conjunto valenciano, con un doble pivote formado por dos jugadores de corte defensivo como Diop e Iborra, fue incapaz de generar juego. Con un fútbol ramplón, sin lanzar ni una vez entre los tres palos, se lo puso muy fácil al Espanyol.
Los de Pochettino, mejor situados en el terreno de juego, se hicieron con el centro del campo y en el ecuador del primer tiempo les bastó con dos zarpazos casi consecutivos para lograr una cómoda renta con los goles de Longo y Tejera.
Juan Ignacio Martínez rectificó en el descanso y dio entrada a Michel para buscar algo de creación, para lo que retrasó a Barkero a la medular. El cambio fue radical. El Levante salió enrabietado y en apenas diez minutos niveló el marcador con los goles de Juanlu y el lateral alemán Lell.
A diez minutos del final, el técnico local se la jugó dando entrada a dos delanteros, pero un minuto después Iborra era expulsado por doble amonestación. El Espanyol no se atrevió a jugársela pese a su superioridad numérica. El Levante no renunció al ataque y en el último suspiro, Michel, con fortuna y tras dar su centro en el defensa catalán Raúl, culminó la remontada.
Juan Ignacio Martínez rectificó en el descanso y dio entrada a Michel para buscar algo de creación, para lo que retrasó a Barkero a la medular. El cambio fue radical. El Levante salió enrabietado y en apenas diez minutos niveló el marcador con los goles de Juanlu y el lateral alemán Lell.
A diez minutos del final, el técnico local se la jugó dando entrada a dos delanteros, pero un minuto después Iborra era expulsado por doble amonestación. El Espanyol no se atrevió a jugársela pese a su superioridad numérica. El Levante no renunció al ataque y en el último suspiro, Michel, con fortuna y tras dar su centro en el defensa catalán Raúl, culminó la remontada.
