El piloto de Volkswagen se metió al público en el bolsillo y de paso venció con autoridad en la antesala del rally de Portugal.
El equipo formado por Sébastien Ogier, Julien Ingrassia y el Volkswagen Polo Wrc lograron imponerse el pasado sábado en la tercera edición del Rallysprint de Fafe, una prueba atípica, celebrada en el mítico tramo de Fafe- Lameirinha, y que desde hace años sirve para que el país vecino comience a tomar contacto con los mejores pilotos de la modalidad de rallyes.
Ante unos 100.000 espectadores, muchos de ellos españoles y gallegos y con las cámaras de la televisión estatal como invitadas para multiplicar su difusión, Ogier logró meterse al público en el bolsillo, siendo además el único representante de Volkswagen en la carrera. Así, el francés dedicó un trompo a los aficionados en la primera pasada, para marcar el mejor crono en la segunda y tercera, y llevarse la victoria, logrando superar a un espectacular y efectivo Ott Tänak, que compartió coche con Elfyn Evans, un Ford Fiesta WRC, logrando el estonio dicha posición en la primera de las pasadas y finalizando a medio segundo del ganador.
Dani Sordo, al igual que Ogier, también realizó las tres pasadas, por ser el único piloto del Hyundai, pero en el caso del cántabro éste fue de más a menos, tras marcar el scratch en la primera pasada y verse superado por Ogier en la segunda y tercera, finalizando a 2,2 segundos, siendo para él la tercera posición.
Cuarto fue el noruego Mads Ostberg, a cinco segundos del ganador, que batió a su compañero Kris Meeke, protagonista de uno de los vuelos más largos de la jornada, ambos con el Citroën DS3 Wrc, sorprendiendo Jari Ketomaa, en quinta posición, y siendo además el primer piloto con un vehículo no Wrc, en este caso con un Ford Fiesta R5.
Prokop fue sexto, con el Fiesta WRC, siendo uno de los pilotos más aplaudidos por el público por su espectacularidad.
El azoriano Ricardo Moura fue el mejor piloto portugués de la prueba, séptimo clasificado, al volante de su ya habitual Skoda Fabia S2000.
