Las divergencias entre Sergio Ramos y Jose Mourinho volvieron a tener un nuevo capítulo con unas manifestaciones del defensa, que admitió que no le gustaron las palabras del técnico tras eliminar al Manchester United.
'Después de eliminar a un grandísimo equipo como el Manchester United, me hubiesen gustado otras palabras de reconocimiento a tu equipo porque habíamos echado a un histórico y nos dejamos la piel', aseguró Ramos.
Ramos defendió el estilo que tiene en la vida, que dijo le ha inculcado su padre, de hablar siempre a la cara cualquier problema. Por eso, admitió que 'a lo largo' de su carrera ha 'discutido y debatido' con varios entrenadores, y les ha dicho aquellas cosas con las que no está conforme.
'Mis diferencias, no sólo con Mourinho o con Luis Aragonés en su día, me han servido para aprender. Llevando razón ellos, llevándola yo, pero respetándonos al máximo. Tanto Luis como Mou son entrenadores con mucho carácter, hemos llegado a tener alguna diferencia por el bien del equipo', admitió.
Uno de los pulsos que tuvo con Mourinho llegó por el gesto que tuvo con su gran amigo Mesut Özil. Consideró Ramos que no estaba siendo bien tratado por el técnico y cuando sustituyó al centrocampista alemán en el descanso de un encuentro liguero, el defensa andaluz se puso su camiseta debajo de la suya. Meses después admite que no se arrepiente. 'Expliqué en su día que no formaba parte de un pulso con Mou. Con Özil son de esos jugadores que tienes un feeling desde el primer día, me volqué con él. Se hizo vecino mío. Hemos tenido una relación de hermano-compañero y en su día vi que lo estaba pasando mal', manifestó.
SU PADRE COMO EJEMPLO
Ramos aseguró que él no hace como otros compañeros que se quejan y no hablan a la cara con su entrenador. 'Considero una familia al Real Madrid y cuando hay un problema se resuelve de puertas para dentro, como me enseñaron en mi familia. Siempre he sido honesto y sincero. Te aseguro que no va lo de callarme. Desde pequeño, mi padre me dijo que había que hablar con quien se tuviera un problema', dijo.
Ramos defendió el estilo que tiene en la vida, que dijo le ha inculcado su padre, de hablar siempre a la cara cualquier problema. Por eso, admitió que 'a lo largo' de su carrera ha 'discutido y debatido' con varios entrenadores, y les ha dicho aquellas cosas con las que no está conforme.
'Mis diferencias, no sólo con Mourinho o con Luis Aragonés en su día, me han servido para aprender. Llevando razón ellos, llevándola yo, pero respetándonos al máximo. Tanto Luis como Mou son entrenadores con mucho carácter, hemos llegado a tener alguna diferencia por el bien del equipo', admitió.
Uno de los pulsos que tuvo con Mourinho llegó por el gesto que tuvo con su gran amigo Mesut Özil. Consideró Ramos que no estaba siendo bien tratado por el técnico y cuando sustituyó al centrocampista alemán en el descanso de un encuentro liguero, el defensa andaluz se puso su camiseta debajo de la suya. Meses después admite que no se arrepiente. 'Expliqué en su día que no formaba parte de un pulso con Mou. Con Özil son de esos jugadores que tienes un feeling desde el primer día, me volqué con él. Se hizo vecino mío. Hemos tenido una relación de hermano-compañero y en su día vi que lo estaba pasando mal', manifestó.
SU PADRE COMO EJEMPLO
Ramos aseguró que él no hace como otros compañeros que se quejan y no hablan a la cara con su entrenador. 'Considero una familia al Real Madrid y cuando hay un problema se resuelve de puertas para dentro, como me enseñaron en mi familia. Siempre he sido honesto y sincero. Te aseguro que no va lo de callarme. Desde pequeño, mi padre me dijo que había que hablar con quien se tuviera un problema', dijo.
