El equipo blanco deja contra las cuerdas al vigente campeón, el Atlético de Madrid

El Real Madrid saca billete para la final

Jesé celebra uno de los goles del Real Madrid. (Foto: J. MARTÍN)
El Real Madrid dejó al campeón contra las cuerdas, se impuso al Atlético de Madrid y dio un paso al frente hacia la final de la Copa del Rey, a expensas aún de un giro al duelo en el partido de la próxima semana en el Vicente Calderón.
La ambición local pudo con un adversario que no pudo reaccionar a los contratiempos. Que echa en falta en exceso el aire que le proporciona Filipe Luis por la izquierda. En eso ha perdido Simeone.

Fue una acción sin aparente peligro, una subida sin excesiva convicción de Pepe el que resultó una solución. Di María desahogó hacia el defensa que lanzó un zapatazo desde fuera del área. El balón tenía pinta de ir fuera pero en su camino se topó con el argentino Emiliano Insúa, que lo cambió de dirección, fuera del alcance del belga Thibaut Courtois y hacia la red.

El partido se situó a gusto del Real Madrid mientras la intensidad y la tensión se disparó. Pepe y Diego Costa ajustaban cuentas. El central, a la tercera, vio la amarilla antes de la media hora de encuentro.

El gran peligro blanco llegó de Jesé. El canterano se siente importante. Despojado del impacto que genera la titularidad del Real Madrid, dejó en evidencia a los zagueros atléticos. Sus compañeros no lo supieron aprovechar. Fue casi la única vía directa a Courtois que dejó entreabierta el cuadro de Simeone, que apenas inquietó más a la zaga blanca antes del descanso. Después marcó. Como en Bilbao.

Simeone inyectó oxígeno a su equipo en el intermedio pero el mazazo blanco llegó antes del cuarto de hora, con un centro de Di María que remató a la primera Jesé. El segundo.

Simeone recurrió a Adrián para enmendar la plana y después a Sosa. Eran los peores momentos de su equipo ante un rival en plena ebullición que buscaba la sentencia.

Sin embargo, Modric sacó bajo palos un remate de cabeza de Godín. Iker estaba batido. Pero un nuevo rechace acentuó el castigo. Un disparo de Di María que desvió Miranda supuso el tercero.

El Atlético, que firmó uno de sus encuentros más grises en la era Simeone, bajó los brazos. Al amparo de una noche épica en su estadio.

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