El australiano Casey Stoner (Honda) fue el ganador del Gran Premio de Cataluña de MotoGP, merced a un gran pilotaje y por contar con una motocicleta letal, a la que sólo pudo plantar algo de cara la Yamaha del español Jorge Lorenzo, segundo en Montmeló.
La destacada actuación del mallorquín le permite seguir resistiendo en lo alto de la general, donde continúa primero, aunque ahora con sólo siete puntos de ventaja respecto a Stoner.
El gran protagonista de la jornada de clasificación del sábado, el italiano Marco Simoncelli (Honda), vio cómo le desaparecía la ventaja de la 'pole' justo tras apagarse los semáforos, ya que llegó séptimo a la primera curva, aunque acabó en sexta posición sin ningún tipo de lucha con otro rival.
La carrera finalmente acabó con trece pilotos en la pista, tras las bajas de Dani Pedrosa (Honda) y Colin Edwards (Yamaha), ambos con rotura en la clavícula. A ellos se sumaron los accidentados Randy de Puniet e Hiroshi Aoyama, quienes se toparon en la tercera vuelta.
La carrera, rota casi de inicio y sin mucha historia, a pesar de que Lorenzo se colocó líder en el primer giro, tras el cual Stoner se hizo con el liderato, pudo haber entrado en un gran momento de emoción cuando la incertidumbre por la llegada de la lluvia se instaló en los garajes de los equipos.
En la vuelta doce, aparecieron las banderas blancas alertando de lluvia y todos los garajes sacaron las motocicletas a la espera del primer 'flag to flag' de la temporada, que no se produjo a pesar de una amenaza veraz de lluvia en abundancia. De hecho, en algunos tramos del circuito empezó a chispear pero ninguna moto recibió la orden de entrar. Ironías de la vida, el sol salió con potencia en el podio.
Sin una batalla en lo alto de la cabeza, donde Stoner seguía con su ritmo, los intercambios en los adelantamientos entre los italianos Andrea Dovizioso y Valetino Rossi, en las posiciones cuarta y quinta, fueron de lo más atractivo en una aburrida carrera.
Lorenzo, que siempre dijo que la victoria era imposible, como mínimo le sacó todo lo que tiene a su Yamaha y, a pesar de ir perdiendo décimas en cada vuelta, se mantuvo en la segunda plaza sin sufrir por el acoso de Spies, tercero.
El gran protagonista de la jornada de clasificación del sábado, el italiano Marco Simoncelli (Honda), vio cómo le desaparecía la ventaja de la 'pole' justo tras apagarse los semáforos, ya que llegó séptimo a la primera curva, aunque acabó en sexta posición sin ningún tipo de lucha con otro rival.
La carrera finalmente acabó con trece pilotos en la pista, tras las bajas de Dani Pedrosa (Honda) y Colin Edwards (Yamaha), ambos con rotura en la clavícula. A ellos se sumaron los accidentados Randy de Puniet e Hiroshi Aoyama, quienes se toparon en la tercera vuelta.
La carrera, rota casi de inicio y sin mucha historia, a pesar de que Lorenzo se colocó líder en el primer giro, tras el cual Stoner se hizo con el liderato, pudo haber entrado en un gran momento de emoción cuando la incertidumbre por la llegada de la lluvia se instaló en los garajes de los equipos.
En la vuelta doce, aparecieron las banderas blancas alertando de lluvia y todos los garajes sacaron las motocicletas a la espera del primer 'flag to flag' de la temporada, que no se produjo a pesar de una amenaza veraz de lluvia en abundancia. De hecho, en algunos tramos del circuito empezó a chispear pero ninguna moto recibió la orden de entrar. Ironías de la vida, el sol salió con potencia en el podio.
Sin una batalla en lo alto de la cabeza, donde Stoner seguía con su ritmo, los intercambios en los adelantamientos entre los italianos Andrea Dovizioso y Valetino Rossi, en las posiciones cuarta y quinta, fueron de lo más atractivo en una aburrida carrera.
Lorenzo, que siempre dijo que la victoria era imposible, como mínimo le sacó todo lo que tiene a su Yamaha y, a pesar de ir perdiendo décimas en cada vuelta, se mantuvo en la segunda plaza sin sufrir por el acoso de Spies, tercero.
