Tienen un mes de plazo para hacérselas llegar a la Administración Concursal

Los acreedores de Clesa envían sus deudas al juez

Los acreedores de la firma láctea Clesa tienen un mes desde ayer para comunicar sus créditos ante la Administración Concursal bien por correo ordinario, personalmente o a través de un representante, según se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El Juzgado Mercantil de Madrid número 6 declaró el pasado 31 de mayo el concurso de acreedores de Clesa, propiedad de Nueva Rumasa, apartando a la familia Ruiz-Mateos de la gestión de la compañía por adoptar decisiones perjudiciales contra su patrimonio llegando a multiplicar por cuatro su pasivo de explotación.
El juez acordó la suspensión de las facultades de administración y disposición del patrimonio a los Ruiz Mateos, ya que considera que han adoptado decisiones empresariales 'perjudiciales' para el patrimonio de la concursada, incrementando cada año el importe del pasivo.


SEPARACIÓN

Por ello, la administración y la disposición del patrimonio de Clesa, hasta ahora en manos de los Ruiz-Mateos, pasa a depender de la administración concursal, integrada por el abogado Ángel José Rojo Fernández-Río, el auditor Luis Pérez Gil y por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). En el auto, el juez Francisco Javier Vaquer Martín subrayó que la decisión de apartar de la gestión de su patrimonio a la familia Ruiz-Mateos de Clesa era aconsejable para la proteger los intereses de las masas, así como para la protección y conservación de los bienes y derechos durante el tiempo en el que la compañía se encuentre en concurso de acreedores.

Asimismo, el juez pidió que se remitiera la certificación del contenido del auto por el que se declara a Clesa en concurso de acreedores voluntario, a los Registros de la Propiedad en relación a un total de 25 fincas. El mismo procedimiento pidió que se realizara al Registro de Bienes Muebles de Pontevedra en relación a un total de 260 vehículos y de 30 maquinarias distintas.


SITUACIÓN FINANCIERA

La situación financiera de Clesa se ha visto agravada por numerosas operaciones de afianzamiento a favor de empresas ajenas a ella y sin más vínculos entre ellas -salvo en los 'escasos supuestos de participaciones directas mayoritarias- que los personales o familiares entre sus directivos, llegando a multiplicar por 4 su pasivo de explotación ordinario', según se expone en el auto del juez encargado del caso. En este sentido, y según consta en la decisión que el juez tomó a finales del pasado mes de mayo, el pasivo inicial de Clesa asciende a 1.112.363.077,30 euros, mientras que el activo se sitúa en la actualidad en los 304.764.109,77 euros.

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