Caixanova y Caixa Galicia vivieron ayer un momento histórico, en el que sus respectivas asambleas aprobaron, con un amplísimo respaldo, la fusión de las cajas que hasta ahora habían sido competidoras, en lo que es la operación empresarial más importante de la historia de Galicia.
En el caso de Caixa Galicia el respaldo fue del 98% de los 137 participantes en la asamblea en A Coruña, con tres votos en contra de los representantes del sindicato CIG. En Caixanova el apoyo fue del 94% de los 148 asistentes en Vigo, con cinco votos en contra de UGT, CIG y el Concello de Cangas, además de cuatro abstenciones del BNG, para dar lugar a la que será la quinta caja de España por activos, con un volumen de negocio de 108.400 millones, una red de 1.000 oficinas y 8.000 empleados.
La nueva caja se inscribirá en el Registro Mercantil el 30 de noviembre para empezar su andadura el 1 de diciembre. Sus primeras decisiones serán la aprobación en un consejo, que se reunirá en Vigo, de la emisión de 1.162 millones de euros en participaciones preferentes de cara a su suscripción por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y cuya devolución está prevista en cinco años. La integración genera unos costes de 674 millones dedicados a prejubilaciones y devolver la cantidad solicitada al FROB, pero produce un ahorro de 1.012 millones por las sinergias que se producen por reducción de gastos que lleva aparejada la fusión, por lo que el ahorro de costes es de 334 millones.
Los copresidentes Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela coincidieron ayer en calificar el momento como histórico.
La estructura de gobierno se reparte a un 50% en asambleas, consejos y órganos directivos bajo la dirección de José Luis Pego, que consideró que quienes integran la nueva caja deben 'aprovechar todas las sinergias' de ambas entidades para afrontar los 'retos' que se presentan. 'Será una tarea difícil, de mucha responsabilidad, pero también muy ilusionante para todo el equipo que integra la nueva caja', afirmó.
Ahora están por definir las desinversiones, por más de 12.000 millones, y queda pendiente la elección del nombre comercial.
La sede social estará en A Coruña, mientras que la dirección ejecutiva funcionará desde Vigo, donde estará la sede institucional.
De los 320 miembros de las asambleas asistieron ayer 285 (un 92,5% en Caixanova y un 85,6% en Caixa Galicia). Un centenar de representantes sindicales de CIG, UGT y CGT se concentraron ante las sedes de la Fundación Caixa Galicia y el centro social de Caixanova, en A Coruña y Vigo, respectivamente, coincidiendo con la celebración de las asambleas como muestra de rechazo al pacto laboral.
Por otro lado, en Vigo se cubrieron cinco vacantes en la asamblea (la nueva será la suma de las dos asambleas, 320 miembros) con tres personas que ya estaban en el consejo, que son Zulueta de Haz, Fernández Gayoso y Taboada, así como dos miembros nuevos, que son José Manuel Fernández Alvariño y Luis Mendaña Pardo.
La nueva caja se inscribirá en el Registro Mercantil el 30 de noviembre para empezar su andadura el 1 de diciembre. Sus primeras decisiones serán la aprobación en un consejo, que se reunirá en Vigo, de la emisión de 1.162 millones de euros en participaciones preferentes de cara a su suscripción por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y cuya devolución está prevista en cinco años. La integración genera unos costes de 674 millones dedicados a prejubilaciones y devolver la cantidad solicitada al FROB, pero produce un ahorro de 1.012 millones por las sinergias que se producen por reducción de gastos que lleva aparejada la fusión, por lo que el ahorro de costes es de 334 millones.
Los copresidentes Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela coincidieron ayer en calificar el momento como histórico.
La estructura de gobierno se reparte a un 50% en asambleas, consejos y órganos directivos bajo la dirección de José Luis Pego, que consideró que quienes integran la nueva caja deben 'aprovechar todas las sinergias' de ambas entidades para afrontar los 'retos' que se presentan. 'Será una tarea difícil, de mucha responsabilidad, pero también muy ilusionante para todo el equipo que integra la nueva caja', afirmó.
Ahora están por definir las desinversiones, por más de 12.000 millones, y queda pendiente la elección del nombre comercial.
La sede social estará en A Coruña, mientras que la dirección ejecutiva funcionará desde Vigo, donde estará la sede institucional.
De los 320 miembros de las asambleas asistieron ayer 285 (un 92,5% en Caixanova y un 85,6% en Caixa Galicia). Un centenar de representantes sindicales de CIG, UGT y CGT se concentraron ante las sedes de la Fundación Caixa Galicia y el centro social de Caixanova, en A Coruña y Vigo, respectivamente, coincidiendo con la celebración de las asambleas como muestra de rechazo al pacto laboral.
Por otro lado, en Vigo se cubrieron cinco vacantes en la asamblea (la nueva será la suma de las dos asambleas, 320 miembros) con tres personas que ya estaban en el consejo, que son Zulueta de Haz, Fernández Gayoso y Taboada, así como dos miembros nuevos, que son José Manuel Fernández Alvariño y Luis Mendaña Pardo.
