Cinco de sus doce integrantes votaron en contra de esta decisión, entre ellos el Grupo Damm

La convocatoria del concurso divide al consejo de Pescanova

Sorpresa, esta es la expresión que repiten los consejeros críticos de Pescanova y la banca acreedora ante la decisión tomada el jueves en el consejo de administración de presentar concurso de acreedores. La presentación oficial podría producirse la próxima semana.
Cinco de los doce consejeros votaron en contra y tres de ellos son José Carceller, en representación de Damm con una participación del 6,18%; François Tesch, en representación del fondo Luxempart (5,83%) y José Antonio Pérez Nievas (representante de Iberfomento), con un 3,39% de la compañía.

Grupo Damm cree que la decisión supone 'tirar la toalla' cuando la empresa contaba con el apoyo de la banca acreedora y cuando quedaban tres meses por delante para negociar. Las mismas fuentes explicaron que 'es una pena que una empresa del nivel de Pescanova entre en concurso cuando aún quedaba tiempo para negociar' es más creen que 'es tirar por la borda una compañía que aún tiene solución'. Consideran además una excusa la argumentación del hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores el jueves por la noche, que señala que se toma la decisión 'dado que no parece posible alcanzar, a corto plazo, un acuerdo con los acreedores de la sociedad'.

Sorpresa también entre la banca acreedora, que lo ven como una estrategia defensiva, como la opción más segura y una forma de blindarse. La decisión de Pescanova tiene para ellos una primera consecuencia relevante, es que tendrán que provisionar el 25% de la deuda que tienen con la compañía.

El 'steering committee', integrado por las siete entidades financieras que son los mayores acreedores de Pescanova, se reunió ayer de urgencia para analizar la situación que les ha cogido por sorpresa tras haber mostrado la banca su apoyo.


DEMANDA CONTRA BDO

Por su parte, Pescanova demandará a BDO Auditores, firma que ha revisado sus cuentas desde 2001, al considerar que no ha realizado correctamente su trabajo, según pudo saber este diario. La compañía ha contratado al despacho de abogados Albiñana & Suárez de Lezo para que se encargue de elaborar la demanda contra la auditora.

Dicha acción judicial se enmarca dentro de la decisión del consejo de administración de solicitar al juzgado de lo mercantil el concurso voluntario de acreedores y la revocación de BDO Auditores para la verificación de sus cuentas anuales individuales y consolidadas del ejercicio de 2012.

La compañía podría contratar a cualquiera de las cuatro grandes consultoras con presencia en España (Deloitte, PWC, KPMG y Ernst & Young) como nuevo auditor aunque albergan dudas respecto a si ésta última podría presentar algún tipo de incompatibilidad por el hecho de trabajar con algunas de sus filiales.

La maratoniana reunión del consejo de administración del jueves, que duró unas trece horas (desde las diez y media de la mañana a las once de la noche) se produjo después de que la compañía haya cumplido un mes desde que solicitara el preconcurso de acreedores, con una deuda en torno a 2.700 millones de euros, es decir, más de 1.200 millones de euros por encima de lo que figura en el pasivo auditado (1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012).

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