La multinacional Endesa afirma que al término de la construcción de la hidroeléctrica colombiana de El Quimbo, en 2014, los 3.000 pobladores afectados por el proyecto estarán reasentados en sus nuevos hogares y tendrán en marcha procesos productivos y empleo.
El director general de Endesa en Colombia, el español Lucio Rubio, aclaró, en una entrevista con Efe, la posición de la compañía ante las fuertes protestas surgidas por esta megaobra, que desplazará a 3.000 campesinos y pescadores por la inundación de 8.000 hectáreas, en el futuro convertidas en una represa.
Rubio justificó la construcción de esta central, que será la segunda mayor de Sudamérica y para la que se invertirán 837 millones de dólares (638 millones de euros), en que abastecerá de energía a más del 4 % de la población colombiana y, además, forma parte de los planes de desarrollo social del Gobierno.
Para mitigar el impacto, Emgesa, la filial colombiana de Endesa, tiene previsto destinar a compensaciones sociales y medioambientales el 17 % por presupuesto total, es decir 109 millones de euros, ha argumentado el director general.
'En total son 3.000 afectados, según un censo avalado por los personeros y los alcaldes de los municipios afectados', ha declarado Rubio, de los que 1.764, considerados 'residentes', recibirán vivienda y proyectos productivos.
A los restantes 1.272, calificados como 'no residentes', se les ofrecerá planes de restitución del empleo, y para ello se les abonará 500.000 pesos mensuales (211 euros) durante el periodo de formación y después 'un capital semilla de entre 25 y 45 millones de pesos (10.500 y 19.000 euros) que les permitirá desarrollar una actividad productiva', ha agregado el ejecutivo.
Pese a estos anuncios, pobladores y estudiantes del departamento del Huila (sur), donde se construye la obra y donde la semana pasada se procedió al desvío del río Magdalena, no han cesado sus protestas por considerar que el impacto social y ambiental supera los beneficios.
Rubio ha considerado que estos manifestantes no han sido tanto los pobladores afectados sino 'mayoritariamente estudiantes de la Universidad Surcolombiana', de Neiva, la capital del Huila.
'La ejecución de estos programas no se puede hacer en una semana, no se pueden hacer en un mes, será a lo largo del proyecto, de la misma forma que tenemos un cronograma en la parte técnica, hay un programa de cumplimiento de los compromisos sociales', ha explicado Rubio.
Según Endesa, los manifestantes 'son movimientos que tienen ideología, que están en contra de cualquier proyecto hidráulico en el país'.
'Debemos ser vigilantes para que no entren personas oportunistas, gente que diga que son afectados del proyecto y no está en el censo, debemos distinguir bien los censos de población, ver bien quiénes quieren una indemnización sin formar parte del censo', ha destacado Rubio.
Asimismo, ha declarado que 'la expectativa es que en diciembre de 2014 tiene que entrar la central en funcionamiento, previo llenado del embalse, y obviamente todas las familias deben estar reasentadas con sus proyectos productivos en marcha'.
Pero para el arzobispo Jaime Tovar, convertido en un líder de las comunidades afectadas por la construcción de El Quimbo, esta hidroeléctrica amenaza las formas de vida de los campesinos y de los pescadores.
'Estamos en un reclamo justo, como es exigirle al Gobierno que no permita que una transnacional nos desvíe nuestro río Magdalena, acabando con la pesca, con todo', afirma el sacerdote en un vídeo colgado en Youtube y que ha puesto en evidencia el problema a nivel internacional.
Ese vídeo, que ha superado el millón de descargas por internet, muestra la desproporcionada carga policial contra los manifestantes que protestaban contra el desvío de la principal vía fluvial de Colombia.
Rubio justificó la construcción de esta central, que será la segunda mayor de Sudamérica y para la que se invertirán 837 millones de dólares (638 millones de euros), en que abastecerá de energía a más del 4 % de la población colombiana y, además, forma parte de los planes de desarrollo social del Gobierno.
Para mitigar el impacto, Emgesa, la filial colombiana de Endesa, tiene previsto destinar a compensaciones sociales y medioambientales el 17 % por presupuesto total, es decir 109 millones de euros, ha argumentado el director general.
'En total son 3.000 afectados, según un censo avalado por los personeros y los alcaldes de los municipios afectados', ha declarado Rubio, de los que 1.764, considerados 'residentes', recibirán vivienda y proyectos productivos.
A los restantes 1.272, calificados como 'no residentes', se les ofrecerá planes de restitución del empleo, y para ello se les abonará 500.000 pesos mensuales (211 euros) durante el periodo de formación y después 'un capital semilla de entre 25 y 45 millones de pesos (10.500 y 19.000 euros) que les permitirá desarrollar una actividad productiva', ha agregado el ejecutivo.
Pese a estos anuncios, pobladores y estudiantes del departamento del Huila (sur), donde se construye la obra y donde la semana pasada se procedió al desvío del río Magdalena, no han cesado sus protestas por considerar que el impacto social y ambiental supera los beneficios.
Rubio ha considerado que estos manifestantes no han sido tanto los pobladores afectados sino 'mayoritariamente estudiantes de la Universidad Surcolombiana', de Neiva, la capital del Huila.
'La ejecución de estos programas no se puede hacer en una semana, no se pueden hacer en un mes, será a lo largo del proyecto, de la misma forma que tenemos un cronograma en la parte técnica, hay un programa de cumplimiento de los compromisos sociales', ha explicado Rubio.
Según Endesa, los manifestantes 'son movimientos que tienen ideología, que están en contra de cualquier proyecto hidráulico en el país'.
'Debemos ser vigilantes para que no entren personas oportunistas, gente que diga que son afectados del proyecto y no está en el censo, debemos distinguir bien los censos de población, ver bien quiénes quieren una indemnización sin formar parte del censo', ha destacado Rubio.
Asimismo, ha declarado que 'la expectativa es que en diciembre de 2014 tiene que entrar la central en funcionamiento, previo llenado del embalse, y obviamente todas las familias deben estar reasentadas con sus proyectos productivos en marcha'.
Pero para el arzobispo Jaime Tovar, convertido en un líder de las comunidades afectadas por la construcción de El Quimbo, esta hidroeléctrica amenaza las formas de vida de los campesinos y de los pescadores.
'Estamos en un reclamo justo, como es exigirle al Gobierno que no permita que una transnacional nos desvíe nuestro río Magdalena, acabando con la pesca, con todo', afirma el sacerdote en un vídeo colgado en Youtube y que ha puesto en evidencia el problema a nivel internacional.
Ese vídeo, que ha superado el millón de descargas por internet, muestra la desproporcionada carga policial contra los manifestantes que protestaban contra el desvío de la principal vía fluvial de Colombia.
