Francisco Alcalde (Rianxo, 1973) es el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia desde hace año y medio. Vinculado desde joven al sector, a través de la empresa familiar, compagina la presidencia del organismo con la actividad empresarial en el ámbito de la producción del molusco.
Desde el primer momento al frente del Consello he intentando que el sector sea reconocido como responsable de un producto de gran calidad, algo que el consumidor sabe apreciar, afirma. Entre los principales logros de su gestión se encuentra el desarrollo e implantación del reglamento de la DOP como única opción posible para hablar del mejillón cultivado, producido y envasado en Galicia. No obstante, el reglamento fue anulado por el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia y recurrido posteriormente ante el Tribunal Supremo, que aún no ha dictado sentencia. Una multa de Competencia y la denuncia a una empresa por vender mejillón chileno como si fuese gallego son otros de los frentes abiertos para el Consello Regulador. La cadena del mejillón gallego generó 400 millones de euros en 2010 y empleó a 20.000 personas.
¿En qué situación se encuentra el reglamento? ¿Está paralizado?
No está paralizado, está plenamente vigente, eso debe quedar claro. Existe una Orden de la Consellería por la que se publica el Reglamento de la DOP en el Diario Oficial de Galicia, y ésta fue recurrida ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por Anfaco, la Asociación Nacional de Fabricantes de Pescados y Mariscos, por un defecto de forma y fondo. El defecto de forma, en teoría, era que el sector de la transformación no había sido consultado a la hora de redactar la Orden, según el secretario general de la patronal nacional, Juan Manuel Vieites. El TSXG le dio la razón a Anfaco, pero el Consello Regulador recurrió ante el Tribunal Supremo. Es decir, hasta que el Supremo no se pronuncie, el Reglamento está plenamente vigente. El fondo de la cuestión, para entender la situación del sector en Galicia, es Anfaco que no acepta la DOP, no la quiere. Lo que quiere es una IGP, es decir un certificado de Indicación Geográfica Protegida que, a diferencia de la Denominación de Origen Protegida, tan sólo requiere que el producto sea o bien cultivado, o transformado o envasado en una zona geográfica. Es decir, yo cultivo y transformo en Chile, y con que sólo el proceso de envasado fuese en Galicia ya sería considerado como producto gallego con Indicación Geográfica Protegida. Quiere una DOP para el fresco, pero para el transformado una IGP. En este sentido, consideramos que es mucho mejor una DOP, porque es el único que garantiza que todo el proceso sea mejillón gallego 100%. La otra opción sólo beneficia a unas cuantas empresas que tienen deslocalizado algunos procesos, principalmente en Chile, y lo que pretenden es introducir materia prima foránea en mercados tradicionalmente gallegos.
Anfaco está detrás de una denuncia que ha terminado con una multa de la Comisión Nacional de Competencia de 1,8 millones de euros por pacto de precios.
El sector productivo sufrió un duro golpe por parte de Competencia. En este sentido consideramos que es una sanción desproporcionada e injusta. También me gustaría destacar que el Consello Regulador no estuvo encausado en el procedimiento, y la CNC lo eximió expresamente de toda responsabilidad, ya que no llevamos a cabo ninguna actividad mercantil. Me imagino, y por lo que he podido hablar con alguno de los afectados, que la gran mayoría van a recurrir la multa. Lo que intenta Anfaco es beneficiar a unas cuantas empresas con intereses en terceros país, en perjuicio de productores y transformadores que viven del mejillón gallego.
Recientemente denunciaron a una empresa por vender mejillón chileno como gallego, ¿cómo acabó el asunto?
Efectivamente, una empresa de Rianxo estaba comercializando mejillón foráneo como gallego. A raíz de la interposición de la querella por parte del Consello Regulador, la empresa se puso en contacto con nosotros y el proceso finalizó con un acuerdo firmado ante notario. Una vez que la conservera se comprometió a investigar las causas de la disfunción que dio origen a que los consumidores padecieran un fraude, y a retirar los productos del mercado, entendimos que la fuente de fraude estaba erradicada.
¿No cree que estos procesos perjudican a la imagen general del sector en Galicia?
No lo creo. Perjudicaría en caso de que supiésemos de algún caso de fraude y no lo denunciásemos. La sociedad y el consumidor en particular lo que percibe es que sus intereses y derechos en este caso están salvaguardados por el Consello Regulador, Lo que no se puede permitir es que nadie se beneficie de la buena imagen y la reputación del mejillón gallego perjudicando a consumidores, productores y transformadores honestos. El consumidor puede estar tranquilo sabiendo que el Consello Regulador está realizando los controles oportunos.
¿En qué situación se encuentra el reglamento? ¿Está paralizado?
No está paralizado, está plenamente vigente, eso debe quedar claro. Existe una Orden de la Consellería por la que se publica el Reglamento de la DOP en el Diario Oficial de Galicia, y ésta fue recurrida ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por Anfaco, la Asociación Nacional de Fabricantes de Pescados y Mariscos, por un defecto de forma y fondo. El defecto de forma, en teoría, era que el sector de la transformación no había sido consultado a la hora de redactar la Orden, según el secretario general de la patronal nacional, Juan Manuel Vieites. El TSXG le dio la razón a Anfaco, pero el Consello Regulador recurrió ante el Tribunal Supremo. Es decir, hasta que el Supremo no se pronuncie, el Reglamento está plenamente vigente. El fondo de la cuestión, para entender la situación del sector en Galicia, es Anfaco que no acepta la DOP, no la quiere. Lo que quiere es una IGP, es decir un certificado de Indicación Geográfica Protegida que, a diferencia de la Denominación de Origen Protegida, tan sólo requiere que el producto sea o bien cultivado, o transformado o envasado en una zona geográfica. Es decir, yo cultivo y transformo en Chile, y con que sólo el proceso de envasado fuese en Galicia ya sería considerado como producto gallego con Indicación Geográfica Protegida. Quiere una DOP para el fresco, pero para el transformado una IGP. En este sentido, consideramos que es mucho mejor una DOP, porque es el único que garantiza que todo el proceso sea mejillón gallego 100%. La otra opción sólo beneficia a unas cuantas empresas que tienen deslocalizado algunos procesos, principalmente en Chile, y lo que pretenden es introducir materia prima foránea en mercados tradicionalmente gallegos.
Anfaco está detrás de una denuncia que ha terminado con una multa de la Comisión Nacional de Competencia de 1,8 millones de euros por pacto de precios.
El sector productivo sufrió un duro golpe por parte de Competencia. En este sentido consideramos que es una sanción desproporcionada e injusta. También me gustaría destacar que el Consello Regulador no estuvo encausado en el procedimiento, y la CNC lo eximió expresamente de toda responsabilidad, ya que no llevamos a cabo ninguna actividad mercantil. Me imagino, y por lo que he podido hablar con alguno de los afectados, que la gran mayoría van a recurrir la multa. Lo que intenta Anfaco es beneficiar a unas cuantas empresas con intereses en terceros país, en perjuicio de productores y transformadores que viven del mejillón gallego.
Recientemente denunciaron a una empresa por vender mejillón chileno como gallego, ¿cómo acabó el asunto?
Efectivamente, una empresa de Rianxo estaba comercializando mejillón foráneo como gallego. A raíz de la interposición de la querella por parte del Consello Regulador, la empresa se puso en contacto con nosotros y el proceso finalizó con un acuerdo firmado ante notario. Una vez que la conservera se comprometió a investigar las causas de la disfunción que dio origen a que los consumidores padecieran un fraude, y a retirar los productos del mercado, entendimos que la fuente de fraude estaba erradicada.
¿No cree que estos procesos perjudican a la imagen general del sector en Galicia?
No lo creo. Perjudicaría en caso de que supiésemos de algún caso de fraude y no lo denunciásemos. La sociedad y el consumidor en particular lo que percibe es que sus intereses y derechos en este caso están salvaguardados por el Consello Regulador, Lo que no se puede permitir es que nadie se beneficie de la buena imagen y la reputación del mejillón gallego perjudicando a consumidores, productores y transformadores honestos. El consumidor puede estar tranquilo sabiendo que el Consello Regulador está realizando los controles oportunos.
