Atenas asume que no cumplirá con el límite de déficit público fijado para el rescate de su economía

El Gobierno griego enviará a la reserva a 30.000 funcionarios

El primer ministro, Yorgos Papandréu, se dirige a la sala donde se reúne el consejo de ministros
El Consejo de Ministros del Gobierno griego aprobó en su reunión extraordinaria de ayer un paquete de medidas de austeridad por 6.600 millones de euros entre 2011 y 2012, según comunicó a última hora de ayer el Ministerio de Finanzas, que eludió especificar las medidas, aunque trascendió a los medios que figuraría el envío a la situación de reserva de 30.000 trabajadores del sector público, que podrían ser despedidos en el plazo de un año si el delicado estado por el que atraviesa la economía del país no levanta el vuelo, según informaron fuentes gubernamentales
El plan del Gobierno griego plantea crear una 'reserva laboral' que permite suspender parte de la paga a los funcionarios como paso previo a su despido, una vez transcurrido un año.

Estos despidos forman parte de los recortes para cumplir con las condiciones impuestas por la troika -Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea- a cambio del segundo rescate financiero pactado en julio, que supondría una inyección de 8.000 millones de euros, con los que el país evitaría entrar en suspensión de pagos.
El Gobierno que dirige el primer ministro heleno, Yorgos Papandréu, ultimaba ayer unos presupuestos públicos, que serán tramitados hoy en el Parlamento para su estudio y posterior votación, que se espera a fines de mes, que incluyen un déficit del 8,5 por ciento del PIB para 2011, muy por encima del 7,6 por ciento fijado como límite en virtud del rescate de la troika.

Previsiones
Estas proyecciones del Gobierno griego se basan en la previsión de que la recesión será más profunda aún de lo previsto y supondrá que la economía se contraiga un 5,5 por ciento este año y un 2 el próximo, unas cifras acordes con las proyecciones del FMI publicadas en septiembre, pero mucho peores que las empleadas para el segundo rescate, pactado en julio, que pronosticaba un dato positivo para el PIB de 2012.

De hecho, el documento con el que trabajó el Consejo de Ministros griego apunta a que el déficit se situará en el 6,8 por ciento del PIB en 2012, ligeramente por encima del 6,5 fijado como objetivo en el segundo rescate.
Las medidas de austeridad son altamente impopulares y las centrales sindicales del sector público esperan que las huelgas y manifestaciones puedan cambiar la determinación del Gobierno socialista de poner en marcha la nueva reforma. Los empleados públicos han interrumpido en varias ocasiones durante los últimos días las conversaciones de los enviados de la troika con los representantes gubernamentales, bloqueando las sedes de los departamentos ministeriales.

El Gobierno posee una mayoría de apenas cuatro puestos en el Parlamento y podría verse obligado a convocar elecciones anticipadas si el proyecto es rechazado por algunos legisladores. Pero éstos han respaldado al partido gobernante en las últimas semanas y los analistas políticos consideran que mantendrán esta postura.
Ninguna parte del paquete es más polémica que el plan para despedir a empleados estatales, que representan un quinto de la fuerza laboral griega.

Te puede interesar