El Grupo Calvo anuncia que quintuplicó su beneficios de explotación en 2007

Luciano Calvo, Mane Calvo y Javier Lazco tras la presentación. (Foto: Diego Naya)
El Grupo conservero Calvo obtuvo 11,86 millones de euros de beneficio de explotación el año pasado frente a 1,8 millones de euros en 2006, según los resultados presentados hoy por la firma gallega.
La empresa, que no divulgó su facturación anual, indicó que en primer cuatrimestre de este año ha conseguido beneficios netos, después de registrar pérdidas en 2006 y de estar a punto de perder su carácter familiar como consecuencia de los problemas de gestión.

Representantes de la firma, al ser preguntados sobre el beneficio neto logrado en 2007, declinaron ofrecerlos, e indicaron que ‘no representan la magnitud de la evolución del negocio en el ejercicio de 2007’, aunque subrayaron que ‘está muy cerca del equilibrio’.

El consejero delegado del grupo, Manuel Calvo, indicó que la empresa intentará ‘borrar del mapa’ los resultados obtenidos ‘el aciago año 2006’, y seguir en la línea de un año ‘bueno y de una franca recuperación’ como ha sido el ejercicio de 2007.

Calvo citó como artífices de esta recuperación la mejora de los resultados de la flota pesquera, gracias en parte al comercio de pescado y al alza de los precio de venta; la nueva forma de trabajo, basada en la gestión independiente de cada una de las áreas de negocio, y el crecimiento de la marca en sus principales mercados: España, Italia y Brasil.

Asimismo, influyó también el buen funcionamiento de la factoría que el Grupo Calvo tiene en El Salvador, que no tuvo que depender de terceros para obtener pescado, y la producción a pleno rendimiento de las plantas de envases y alimentos que posee en Brasil.

A nivel comercial, Calvo mantuvo su posición dominante en el mercado español, con una cuota del 20,3 por ciento, recuperó 3,5 puntos en Italia, donde su crecimiento le coloca en valores superiores al 12 por ciento, y lo mismo sucedió en Brasil, donde lidera el mercado de atún con un 46% y co-lidera el de sardina, cuya cuota en ese país es del 36%.

El consejero delegado consideró que la estrategia de manejar las marcas a nivel global ‘dará bastantes buenos resultados’ en los más de 40 países en los que tiene presencia.

Por su parte, el director general de Calvo, Javier Lazcoz, indicó que uno de los principales objetivos es que la empresa sea percibida ‘como un gran grupo de alimentación global’, aprovechando para ello uno de sus grandes activos, como es la marca.

Lazcoz fijó los cuatro grandes ejes que marcarán el futuro de la empresa hasta el año 2010, como son la independencia de la flota y las fábricas, ajustar la capacidad de producción a la demanda, fortalecer sus marcas, y potenciar el dinamismo internacional del grupo.

Sobre este último aspecto, el director general señaló que el objetivo es aumentar la presencia en mercados emergentes -Sudamérica, norte de Africa y Asia-, y en mercados más maduros como los de Europa occidental y Estados Unidos, ‘con productos de mayor valor añadido’, dijo.

Recordó también que el 65% del volumen de ventas se hace en el exterior y que el atún seguirá siendo la principal materia prima ‘a través de la que podemos ir hacia otras formas’, como los recientemente presentados ‘Rellenísimos’ o el paté de atún.

En este sentido, la innovación será uno de los puntos estratégicos para lograr un mayor crecimiento, aspecto para el que se destinarán cerca de 10 millones de euros en 2010.

Las conservas seguirán siendo el principal negocio, aunque experimentarán ‘en descenso de forma mesurada’ desde el 85% que representa actualmente, por la incorporación y mayor presencia de otro tipo de productos alimentarios.

El presidente del grupo, José Luis Calvo, hijo del fundador, intervino para incidir en que ‘la gran fortaleza del grupo es la unión familiar’, y puntualizó que ‘si no se trabaja en equipo siempre hay problemas’.

Actualmente, la familia Calvo es propietaria del 77,8 por ciento de las acciones del grupo -repartidas entre la segunda y tercera generación-, mientras que el 22,2% restante está en manos de Caixanova, con aproximadamente la mitad de ese porcentaje, y Caja Castilla-La Mancha y Caja Burgos, que se repartirían el resto.

El consejero delegado, Manuel Calvo, aseguró que ya ha quedado ‘descartada’ la venta de la empresa, al igual que la entrada de nuevo accionariado.

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