Italia se dispone a aprobar el presupuesto 2013 con 10.000 millones de ajuste

El Ejecutivo italiano se dispone hoy a aprobar los presupuestos para 2013 con un ajuste de al menos 10.000 millones de euros, con los que pretende suprimir definitivamente la subida del IVA aplazada al año que viene y destinar fondos a la productividad económica y las exenciones fiscales.
Así lo hicieron saber varios de los representantes de los entes de la administración local italiana que se reunieron este martes con el Gobierno en Roma horas antes del Consejo de Ministros en el que el gabinete que preside el tecnócrata Mario Monti tiene previsto abordar los presupuestos del año que viene.

Esos 10.000 millones de ajuste incluyen unos 6.500 millones de euros para evitar el aumento del IVA del 10 % al 12 % y del 21 % al 23 % en sus tipos reducido y general, respectivamente, que Italia tiene pendiente para julio de 2013 después de que Monti consiguiera el verano pasado con su plan de recorte de 26.000 millones de euros en gasto público retrasar su aplicación prevista para este otoño.

Los otros 3.500 millones de euros (algunas fuentes lo elevan hasta 4.000 millones de euros) que el Ejecutivo pretende ajustar en estos presupuestos irán destinados a aumentar la productividad de la economía y conseguir exenciones fiscales que favorezcan la inversión.

'En la reunión de hoy el Gobierno ha proyectado un recorte global de 10.000 millones de euros, sin explicar, sin embargo, en qué ámbitos se hará', dijo a los periodistas a su salida del encuentro Wladimiro Boccali, alcalde de la ciudad de Perugia (centro) y miembro de la Asociación de Municipios Italianos (ANCI).

'Los ayuntamientos, sin embargo, dicen 'basta', en el sentido de que no pueden soportar más reducciones en sus dotaciones. Si el Gobierno quiere insistir sobre este camino, entonces estaría bien que lo dijera con claridad a los ciudadanos', agregó.

Por su parte, el presidente de la Conferencia de las Regiones, Vasco Errani, jefe del Ejecutivo de Emilia-Romagna, indicó que sus administraciones se han mostrado dispuestas a recortar los costes de los políticos, pero no los servicios a los ciudadanos.

'Hemos repetido al Gobierno que los recortes no tendrán que tocar los servicios a los ciudadanos, empezando por la sanidad y el transporte público local. Si el Gobierno no garantiza estos niveles fundamentales, gobernar las regiones sería imposible', apuntó Errani.

A su llegada a la sede de la presidencia del Gobierno en Roma, donde esta tarde el Ejecutivo empezará a analizar los presupuestos en una reunión que se prevé larga tras recibir previamente a los agentes sociales, el ministro de Cooperación, Andrea Riccardi, precisó que el gabinete no piensa en recortes, sino en una 'reorganización' del gasto.

Según los presentes en las reuniones del Ejecutivo de este martes para explicar el sentido de sus presupuestos, el ministro de Economía, Vittorio Grilli, insistió en que estas cuentas no tienen el carácter de un plan de ajuste, sino que buscan encontrar fondos que destinar, en primer lugar, a evitar la subida del IVA y después a fomentar la productividad.

El Ministerio de Economía, siempre según las mismas fuentes, prevé, entre otras cosas, reducir en 1.300 millones de euros el fondo sanitario nacional (una caída del 1,4 %), aprovechar la tasa a las transacciones financieras a la que hoy Italia ha dado su apoyo en ámbito europeo y proseguir con los recortes en el gasto público iniciado este año y la venta de activos públicos.

El Ejecutivo Monti, que cuenta con estos presupuestos como una prueba de fuego definitiva de cara a una posible convocatoria de huelga general, debe cerrar las cuentas del año que viene para terminar, según sus últimas previsiones, con un déficit público del 1,6 %, con un retroceso del PIB del 0,2 %.

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