'Son momentos de crisis pero también de sentir el latido empresarial' porque 'no hay mejor política social que crear un puesto de trabajo', dijo ayer el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, en la entrega de las medallas e insignias de la patronal.
La CEP distinguió con su medalla de oro al presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, además de a la empresa Granisa por su internacionalización, y entregó sus insignias a Luis Valente de Oliveira, Juan Manuel Cividanes, Alfonso Varela, a título póstumo, que recogió su hijo, y una mención a Salvador Fernández Troncoso en un acto en el Parador de Baiona.
Fernández Alvariño reclamó al nuevo Gobierno 'que rescate el dinero que está parado para que llegue a las familias y a las empresas' y una reforma laboral.
El acto contó con el presidente de la CEOE, Joan Rosell, que agradeció el apoyo de Alvariño y la CEP a su proyecto para la patronal y reivindicó la figura de los empresarios. Aseguró que 'el gran drama es la destrucción de empleo y la sociedad debe convencerse de que somos absolutamente necesarios, sin nosotros no se crea empleo'.
El presiente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por su parte, hizo un llamamiento a la 'responsabilidad' y la 'unidad' para que España tenga un 'rumbo claro' y evite ser un 'juguete del destino' en una Europa donde 'las dificultades se ceban con los países más débiles'.
Feijóo destacó al presidente de Pescanova como ejemplo de 'valentía e innovación' y de que 'el éxito rara vez es fruto de la casualidad'. Valoró la 'acertada internacionalización' de Granisa, 'el esfuerzo personificado' de Salvador Fernández Troncoso, 'la defensa de la cohesión y las alianzas' en la Eurorregión de Luis Valente y el 'rigor' y la 'tenacidad' de Juan Manuel Cividanes y Alfonso Varela.
