El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, presentó las bases de la reforma del sistema de financiación autonómica, para lo que propuso ceder un 50 por ciento del IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales a las comunidades. Sin embargo, estos avances ya han desatado las críticas del PP, que pidió al Gobierno solidaridad con las autonomías y que tenga en cuenta la difícil situación económica. Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluis Carod-Rovira (ERC), que instó al Ejecutivo a que reduzca el déficit fiscal de Cataluña porque el Estado debe adelgazar.
Un modelo consistente y transparente que sea estable en el tiempo. Esto es lo que persigue el Gobierno con la reforma del sistema de financiación autonómica que hoy presentó Solbes en rueda de prensa. El ministro quiso dejar claro que garantizará una financiación suficiente para las competencias transferidas a las CC.AA. y que asegurará la cobertura de las necesidades básicas a todos los ciudadanos.
Además, Solbes anunció que se pondrán en marcha recursos adicionales en función de las disponibilidades presupuestarias para reforzar el Estado de Bienestar. Más concretamente, propuso una cesión del 50 por ciento en el IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales, aunque sobre estos últimos, el secretario de Estado de Economía y Hacienda, Carlos Ocaña, indicó que el Estatuto de Cataluña contempla una cesión del 58 por ciento.
Por ello, consideró que para llevar a cabo el nuevo modelo de financiación será necesario un esfuerzo adicional de todos los agentes de la negociación para fijar unos principios básicos de la reforma en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el 22 de julio, para comenzar una negociación real en septiembre y cerrar un nuevo modelo antes de que finalice el año.
Con todo esto, Solbes indicó que pretende un modelo más complejo y más justo que satisfaga a todos. Así, aclaró que este nuevo modelo de financiación no debe confundirse con las balanzas fiscales, que el Ejecutivo dio a conocer el pasado martes. De hecho, indicó que son datos útiles e interesantes pero no aportan nada nuevo al constatar que las comunidades con ingresos más altos aportan más al Estado.
Algo evidente en un modelo autonómico, apuntó.
UN SISTEMA SOLIDARIO
El anuncio de Solbes no tardó en provocar las críticas del PP. Fue su secretaria general la que alertó que las novedades no puede servir para implantar un sistema de financiación autonómica insolidario ya que se trata de una materia tiene que estar basada en la unanimidad, evitar cargar de impuestos a los ciudadanos y, sobre todo, seguir siendo solidaria. El sistema tiene ha de ser solidario pero permitir a la vez que el Estado tenga fondos para desarrollar sus competencias, apuntó De Cospedal.
En esta misma línea se expresó la portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso, Fátima Báñez, cuyas críticas también se dirigieron al hecho de que el ministro diera a conocer sus propuestas a través de los medios de comunicación y no directamente a las comunidades autónomas. Además advirtió que que es lógico que el nuevo sistema contemple la situación económica actual porque los ayuntamientos también sufren la crisis.
Sin embargo, desde el PSOE se mostraron completamente convencidos de que un buen punto de partida llevará sin duda al consenso de la reforma, que garantiza que todas las comunidades autónomas van a mejorar. Así lo resaltó la secretaria de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Mar Moreno, que incidió en que el objetivo es generar igualdad entre todos los españoles y españolas en materia de educación, de sanidad y de servicios sociales.
FINANCIACION Y BALANZAS
Por su parte, haciendo caso omiso de las recomendaciones de Solbes de no vincular el modelo con las balanzas, Carod-Rovira advirtió al Gobierno de que el nuevo sistema de financiación debe reducir de forma muy sustancial al déficit fiscal de Cataluña. En su blog de internet, el vicepresidente de la Generalitat criticó que hay demasiado Estado. El Estado debe adelgazar, porque son competencias exclusivas traspasadas, ¿Qué sentido tiene la existencia de determinados ministerios?, apuntó.
Por ello, Carod-Rovira se mostró tajante al insistir en que no aceptará del Gobierno español ni excusas ni coyunturales, como la crisis económica, ni interpretaciones restrictivas que nos nieguen lo que legalmente es nuestro.
No obstante, quien sí se refirió exclusivamente a la reforma del sistema de financiación fue el presidente de CiU, Artur Mas, que calificó de vaguedades las propuestas de Solbes y añadió que quizás el PSOE y el Gobierno español no hubieran preferido aprobar el Estatut porque las bases demuestran que el Estado no tiene voluntad de llegar a un acuerdo ni cumplir el Estatut en toda su dimensión en el apartado de la financiación.
Pero no sólo Cataluña salió a la palestra para criticar las bases de la reforma, sino que la Junta de Castilla y León calificó de vago e impreciso el documento. Así lo afirmó la consejera de Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, que alegó que al ser un documento genérico es difícil de valorar.
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, incidió en que por encima de las balanzas fiscales lo que importa es un buen sistema de financiación, en la misma línea que el jefe del Ejecutivo gallego, Emilio Pérez Touriño, que insistió en que todos los españoles deben tener las mismas oportunidades y derechos.
Además, Solbes anunció que se pondrán en marcha recursos adicionales en función de las disponibilidades presupuestarias para reforzar el Estado de Bienestar. Más concretamente, propuso una cesión del 50 por ciento en el IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales, aunque sobre estos últimos, el secretario de Estado de Economía y Hacienda, Carlos Ocaña, indicó que el Estatuto de Cataluña contempla una cesión del 58 por ciento.
Por ello, consideró que para llevar a cabo el nuevo modelo de financiación será necesario un esfuerzo adicional de todos los agentes de la negociación para fijar unos principios básicos de la reforma en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el 22 de julio, para comenzar una negociación real en septiembre y cerrar un nuevo modelo antes de que finalice el año.
Con todo esto, Solbes indicó que pretende un modelo más complejo y más justo que satisfaga a todos. Así, aclaró que este nuevo modelo de financiación no debe confundirse con las balanzas fiscales, que el Ejecutivo dio a conocer el pasado martes. De hecho, indicó que son datos útiles e interesantes pero no aportan nada nuevo al constatar que las comunidades con ingresos más altos aportan más al Estado.
Algo evidente en un modelo autonómico, apuntó.
UN SISTEMA SOLIDARIO
El anuncio de Solbes no tardó en provocar las críticas del PP. Fue su secretaria general la que alertó que las novedades no puede servir para implantar un sistema de financiación autonómica insolidario ya que se trata de una materia tiene que estar basada en la unanimidad, evitar cargar de impuestos a los ciudadanos y, sobre todo, seguir siendo solidaria. El sistema tiene ha de ser solidario pero permitir a la vez que el Estado tenga fondos para desarrollar sus competencias, apuntó De Cospedal.
En esta misma línea se expresó la portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso, Fátima Báñez, cuyas críticas también se dirigieron al hecho de que el ministro diera a conocer sus propuestas a través de los medios de comunicación y no directamente a las comunidades autónomas. Además advirtió que que es lógico que el nuevo sistema contemple la situación económica actual porque los ayuntamientos también sufren la crisis.
Sin embargo, desde el PSOE se mostraron completamente convencidos de que un buen punto de partida llevará sin duda al consenso de la reforma, que garantiza que todas las comunidades autónomas van a mejorar. Así lo resaltó la secretaria de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Mar Moreno, que incidió en que el objetivo es generar igualdad entre todos los españoles y españolas en materia de educación, de sanidad y de servicios sociales.
FINANCIACION Y BALANZAS
Por su parte, haciendo caso omiso de las recomendaciones de Solbes de no vincular el modelo con las balanzas, Carod-Rovira advirtió al Gobierno de que el nuevo sistema de financiación debe reducir de forma muy sustancial al déficit fiscal de Cataluña. En su blog de internet, el vicepresidente de la Generalitat criticó que hay demasiado Estado. El Estado debe adelgazar, porque son competencias exclusivas traspasadas, ¿Qué sentido tiene la existencia de determinados ministerios?, apuntó.
Por ello, Carod-Rovira se mostró tajante al insistir en que no aceptará del Gobierno español ni excusas ni coyunturales, como la crisis económica, ni interpretaciones restrictivas que nos nieguen lo que legalmente es nuestro.
No obstante, quien sí se refirió exclusivamente a la reforma del sistema de financiación fue el presidente de CiU, Artur Mas, que calificó de vaguedades las propuestas de Solbes y añadió que quizás el PSOE y el Gobierno español no hubieran preferido aprobar el Estatut porque las bases demuestran que el Estado no tiene voluntad de llegar a un acuerdo ni cumplir el Estatut en toda su dimensión en el apartado de la financiación.
Pero no sólo Cataluña salió a la palestra para criticar las bases de la reforma, sino que la Junta de Castilla y León calificó de vago e impreciso el documento. Así lo afirmó la consejera de Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, que alegó que al ser un documento genérico es difícil de valorar.
Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, incidió en que por encima de las balanzas fiscales lo que importa es un buen sistema de financiación, en la misma línea que el jefe del Ejecutivo gallego, Emilio Pérez Touriño, que insistió en que todos los españoles deben tener las mismas oportunidades y derechos.
