El presidente del Consejo Europeo presentará un informe en la cumbre de la próxima semana

La UE pone sobre la mesa una reforma rápida de los tratados

La canciller alemana, Ángela Merkel, principal abanderada de la renovación europea. (Foto: TIM BRAKEMEIER)
Las negociaciones en la Unión Europea para reformar los tratados comunitarios comienzan a perfilarse a favor de la elaboración de un protocolo que sea aprobado de forma rápida por los Veintisiete, indicaron ayer fuentes diplomáticas. La necesidad de dar una respuesta a la crisis lo antes posible obliga a renunciar a una modificación ortodoxa de los tratados, que conllevaría un largo e incierto proceso de ratificación, que no puede permitirse la economía europea, acosada por los mercados.
Concluida la primera ronda de contactos entre los representantes de los estados miembros y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien presentará su informe sobre la reforma en el marco en la cumbre de la próxima semana, pierde peso la idea de endurecer la disciplina fiscal en la eurozona mediante un tratado internacional fuera de las estructuras europeas. Esta opción complicaría el control de dicha disciplina por un organismo comunitario, así como la imposición de sanciones por parte del Tribunal de Justicia de la UE.

En cambio, un protocolo que afecte sólo a los países del euro, pero que respalden todos los Veintisiete, resulta jurídicamente equivalente a la modificación al uso de los tratados, pero mucho más sencilla, ya que podría aprobarse como anejo al próximo tratado de adhesión a la UE. Las fuentes consultadas advierten de que todo esto debe ser aún analizado con detalle por los Veintisiete, ya que de momento sólo se discutió en contactos bilaterales.


SUSTITUIR LA UNANIMIDAD

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, abanderado junto a la canciller alemana, Angela Merkel, de la renovación en Europa, planteó sustituir la obligada unanimidad para aprobar determinadas cuestiones en la zona del euro por una mayoría cualificada, que facilitaría la toma de decisiones.Este planteamiento es muy probable que sea rechazado por países como Irlanda, pues en la práctica podría obligarle, por ejemplo, a elevar su impuesto de sociedades.

La alternativa del protocolo, siempre que esté muy limitado su alcance, es vista con buenos ojos incluso por el euroescéptico Reino Unido. Está por ver si para desarrollar esta idea se opta por formar una convención en la que estén representadas las tres principales instituciones comunitarias -la Comisión Europea, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo-.

Sarkozy y Merkel, después de haber pronunciado esta semana sendos discursos en favor de la modificación de los tratados, se reunirán mañana para coordinar una estrategia antes de la cena de líderes europeos del jueves y del Consejo Europeo del viernes, en el que se espera encontrar una verdadera salida de la crisis.

La clave, que para muchos está en la intervención del Banco Central Europeo y en la emisión de eurobonos, podría ser la moneda de cambio con la que juegue Berlín para lograr endurecer la disciplina fiscal y el control sobre el gasto, una baza que haría además un favor político a Merkel ante su electorado.

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