Si hace unos días el diario El País desvelaba un documento del Consello de Contas de Galicia, en el que se ponía de manifiesto que el Gobierno gallego había ocultado facturas del año 2010 por un importe de 411 millones de euros, trasladándolas al ejercicio siguiente de 2011, el mismo diario señalaba ayer que esa práctica se había realizado ya en el año 2009.
Según esta nueva información, el Ejecutivo de Núñez Feijóo desvió facturas del año 2009, por un importe de 80 millones de euros, al ejercicio de 2010. La mayor parte de este dinero, un total de 72 millones de euros, correspondían a facturas del Servicio Galego de Saúde (Sergas).
Cuando trascendió la noticia del desvío de los 411 millones al ejercicio de 2011, el propio conselleiro maior de contas había reconocido que no era la primera vez que el Ejecutivo gallego realizaba este maquillaje presupuestario, lo que se confirma ahora, pero añadía que tenía la seguridad de que volvería a realizarse un trasvase semejante entre los ejercicios de 2011 y 2012.
El desvío de los 411 millones de euros del año 2010 al 2011 permitió al Ejecutivo gallego cumplir con el techo de gasto establecido para aquel año por el Gobierno y al mismo tiempo, permitió al presidente Núñez Feijóo presentar su gestión como modélica y presumir del saneamiento de la Administración gallega.
Al desvelarse el truco utilizado para cuadrar las cuentas de aquel año, Feijóo optó en un primer momento por negar la existencia del citado documento, que estaba firmado por el exconselleiro de Economía en los gobiernos de Fraga, José Antonio Orza. Posteriormente tuvo que reconocer su existencia, aunque añadió que se trataba de un preinforme, que debería ser aprobado por el Consello de Contas y que la Xunta iba a presentar alegaciones al mismo.
Cuando trascendió la noticia del desvío de los 411 millones al ejercicio de 2011, el propio conselleiro maior de contas había reconocido que no era la primera vez que el Ejecutivo gallego realizaba este maquillaje presupuestario, lo que se confirma ahora, pero añadía que tenía la seguridad de que volvería a realizarse un trasvase semejante entre los ejercicios de 2011 y 2012.
El desvío de los 411 millones de euros del año 2010 al 2011 permitió al Ejecutivo gallego cumplir con el techo de gasto establecido para aquel año por el Gobierno y al mismo tiempo, permitió al presidente Núñez Feijóo presentar su gestión como modélica y presumir del saneamiento de la Administración gallega.
Al desvelarse el truco utilizado para cuadrar las cuentas de aquel año, Feijóo optó en un primer momento por negar la existencia del citado documento, que estaba firmado por el exconselleiro de Economía en los gobiernos de Fraga, José Antonio Orza. Posteriormente tuvo que reconocer su existencia, aunque añadió que se trataba de un preinforme, que debería ser aprobado por el Consello de Contas y que la Xunta iba a presentar alegaciones al mismo.
