‘El copago médico permite optimizar los recursos'

El economista chileno Mauricio Rojas se exilió a Suecia con la dictadura de Pinochet. Allí caminó hacia el liberalismo, una corriente política que representó en el Parlamento del país. Mañana llegará a la ciudad para ofrecer la conferencia 'El sistema sanitario sueco: de la crisis a la modernización' (20 horas en el Centro Cultural de la Diputación).
¿Qué aspectos sobre Suecia resaltará mañana?
Sobre todo, la transformación que ha realizado en el sistema sanitario. Era muy parecido al español y eso ha cambiado tremendamente. Para España puede ser un punto de referencia de cómo hacer las cosas manteniendo el carácter universal, solidario y público.
¿Cuáles diría que son los puntos flacos de la sanidad española?
La universalidad debe ser mantenida pero para las personas que residan legalmente en el territorio. Para mí una de las fallas más importantes es que no hay competencia porque el sistema es muy tradicional. Al final, son monopolios públicos con muy poca capacidad de elección y el sistema de funcionarios hace que no tenga una dinámica competitiva que obligue a mejorar el servicio. Otro problema es la no existencia del copago. Suecia lo tiene y es un país reconocido por su estado de bienestar. Lo que no se puede permitir es la irracionalidad que significa no tener copago. Para mí esos problemas generan un mal uso de los recursos sanitarios y hace que los españoles vayan al médico tres veces más que los suecos.

La principal crítica a esa idea es que ya pagamos por la Sanidad a través de los impuestos.
En Suecia se pagan todavía más impuestos, pero hay copago porque eso implica una medida de corresponsabilidad, algo muy importante para optimizar los recursos. En España ha habido un despilfarro de los recursos creyendo que no cuesta nada ir al médico, pero no es así porque eso provoca una peor atención.

¿Tendríamos primero que pararnos a observar qué tenemos?
Hay que desechar esa idea de que España tiene el mejor sistema sanitario del mundo. Yo entiendo que si la gente vive con esa idea, nadie quiera cambiar nada.

El actual sistema sueco es producto de una crisis. ¿Estamos en tiempo de cambiar las cosas?
Ellos tuvieron que salir solos de la crisis, porque no tenían euro y hoy son el único país europeo sin déficit público. Los suecos son muy pragmáticos y no tienen la resistencia al cambio que vemos aquí en España.

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