La comparsa se asienta como tradición del Entroido en Viana

Representación de la comparsa durante el pasado Entroido.
photo_camera Representación de la comparsa durante el pasado Entroido.
“La ronda, el brindis y la disputa” volverán a conquistar las aldeas vianesas durante el Entroido. Esta tradición, recuperada en 2019, gana cada vez más protagonismo en la programación del municipio, a la vez que se multiplica el público asistente

La tradición de las comparsas vuelve a las aldeas de Viana do Bolo durante el periodo de Entroido, y es que esta actividad, recuperada en 2019 por un grupo de amigos, coge cada vez más fuerza y se ha convertido ya en un imprescindible de la programación entroideira del municipio.

La “ronda, el brindis y la disputa” tomará las “airas” de las aldeas vianesas los días 3 y 10 de febrero. En el caso del sábado 3 de febrero, a las 11,00 horas, la cita será en las aldeas de la parroquia del Padre Eterno, repitiéndose la actuación a las 17,00 horas en Candesiños. El siguiente sábado, 10 de febrero, será la aldea de Rubiais la afortunada de recibir a la comparsa a partir de las 11,00 horas , mientras que Seoane de Arriba lo hará a partir e las 17,00 horas. 

La decisión de rotar esta tradición por las aldeas es debida a que “precisamente era onde antigamente se facían as comparsas. Ademais hai xente maior que non ten posibilidades de desprazarse polo que queremos que esta xente, a que lle gusta de toda a vida, poida gozar delas”, explica Antucho Espinosa, uno de los principales organizadores de esta actividad. 

Las comparsas fueron durante décadas una tradición muy arraigada del Entroido en varias aldeas de Viana, pero con el paso del tiempo, estas agrupaciones acabaron por desaparecer. Recuperarlas ha supuesto un gran esfuerzo, ya que como bien explica Antucho “é preciso moito compromiso, xa que a súa preparación comeza meses antes do Entroido”. 

Agrupación

Conformada por una agrupación musical de tres gaitas, un clarinete, un tambor y un bombo, comienza sus ensayos acompañada por los actores. Eran y seguirán siendo cuatro los papeles principales, el director, la señorita, el payaso y el “vello de esquilas” que, acompañados por otros protagonistas que varían en función de los años, se encargan de la actuación. 

La comparsa se dirige a la aldea y allí, el “vello de esquilas” se adelantaba al grupo para “pedir el permiso” a los vecinos del lugar. Cuando estos aceptan la actuación, retorna junto a sus compañeros para indicarles que pueden poner sus máscaras y caretas para comenzar la primera de las tres partes con las que cuenta esta función. Los músicos comienzan con “la ronda” y recorren las calles de la aldea acompañados de los diferentes personajes que ejercerán sus cometidos durante el recorrido - la señorita bailará con el público, el payaso irá haciendo bromas…- Una vez finalizada “la ronda”, la agrupación se dirige a una “aira” amplia, para continuar con el “brindis”. El papel del director será fundamental durante esta parte, ya que de manera improvisada dedicará, mediante versos, canciones a diferentes espectadores. Aquellos con los que el director decide “brindar” tienen la obligación de “dar su voluntad” a la agrupación a través de una donación económica. Finalizado el “brindis”, llega el momento de la “disputa”, una actuación teatral versada en la que los diferentes personajes tienen como objetivo hacer reír al público a través de la sátira, pero “sempre dende o respecto”. 

Un auténtico espectáculo para disfrutar en directo, como antaño, en el que la tradición y la diversión entroideira es lo más importante.

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