Confeccionar el traje de un Felo requiere mucho más que experiencia y horas de trabajo. Exige entrega y un profundo cariño a una tradición que cada año revive con más fuerzas en las tierras de Maceda.
El imán que entrega hoy La Región representa a otra de las figuras emblemáticas del Entroido ourensano, el Felo, un personaje nacido en las entrañas de los pueblos de la sierra de Maceda, con cierto parentesco con los peliqueiros de Laza o el cigarrón de Verín, pero con identidad propia.
Asunción Blanco es una de las artesanas que quedan en el Concello de Maceda para confeccionar el traje, tarea que compagina con sus tareas el frente de un establecimiento de turismo rural en la parroquia Tioira y cuyo nombre plasma su vocación: "O lar dos felos". Tras dejar su trabajo en una empresa textil, aprendió a elaborar el traje del Felo con una costurera de la zona y el primero que hizo fue el de su hija.
Reconoce que es un trabajo "duro e delicado e elaborar artesanalmente unha destas obras de arte nas que se chega a converter a indumentaria dun Felo require máis de un mes de traballo intenso".
"Os materiais que se usan sempre están en función do que se dispón en cada momento e dos desexos do cliente". Diseccionando el traje, el Felo lleva bota baja, de fuelle, en cuero. Por dentro, medias negras -"agora por comodidade poñen pantis"- y encima, unos calcetines blancos, de lana, "para protexer un pouco o pe nas longas camiñatas que teñen que facer".
El pantalón, blanco, de media pierna, de lino, inundado con renglones de pompones, de lana o hilo blanco, y tiras de terciopelo a ambos lados, del color de la chaquetilla. El último pantalón que preparó Asunción Blanco lleva incorporados 230 pompones. Y unos tirantes para sostenerlo, pues pueden llegar a pesar 2,5 kilos.
La mitad superior del cuerpo del Felo se adereza con una camiseta térmica, para luchar contra el frío, una camisa normal, blanca, de algodón, hilo o lino. Preparar la cintura es una tarea esencial en el vestuario del Felo. "Hai que enfaixalos. Primeiro leva unha faixa pegada ó corpo. Enriba, unha sábana normal enróllada á cintura, ben apretada, estirada e sen dobleces, para evitar que non manque ó Felo. E encima outra faixa de cor e unha colcha también enrollada á cintura, todo co obxectivo de evitar que as chocas fagan dano durante as carreiras e loitas".
La chaquetilla es corta. Apenas llega a la cintura. Generalmente es de lino y "ou do que se consiga. Vai chea de adornos, ten continuidade nos brazos e cada un faina ó seu gusto". Una corbata por delante y una pañueleta al cuello por detrás, charreteras en los hombros y collares completan esta parte del traje.
Otro aspecto singular son las chocas. El Felo lleva cinco y su tamaño y peso está en función de la edad del portador. Cada una puede medir 28 centímetros y pesar 1,2 kilos. En Ourense ya no se encuentra quien las haga y Asunción asegura que ellos las encargan a una empresa de Cáceres.
Y en el culmen del traje, la máscara,un delicado trabajo realizado a mano, con madera de abedul. En la parte de la frente y la barbilla se le acoplan unas almohadillas de cuero, para evitar que haga daño al portador. La máscara se prolonga con un gorro de cuero, para asegurarla en la cabeza, y se corona con la chapa mitrada, sobre la que pintan todo tipo de animales, aunque en la actualidad se tiende a que sean autóctonos, abundando especialmente el lobo. La mitra se cierra por detrás con piel, generalmente de cabra o conejo -con la que se hace también la barba- y de ella cuelga un rabo de zorro.
Completa el equipamiento la cayada, de madera y con la empuñadura abierta, para poder agarrar a la gente en sus correrías.
