Alumnos del colegio San Pío X, usuarios del centro de día de Cruz Roja y socios de la biblioteca de A Carballeira disfrutaron de la fiesta
Si hay algo debe subsistir a lo largo del tiempo la única fórmula de hacerlo es que exista un relevo generacional. Y el Entroido de Ourense lo tiene más que asegurado. Los jóvenes alumnos del colegio San Pío X desaparecieron durante la mañana de ayer para aparecer, en su lugar, unos fuertes Popeyes acompañados de las inteligentes Olivias; un grupo de trogloditas, Batmans en busca de justicia o unos ratoncillos simpáticos que no mostraron ninguna gana de queso. También en la biblioteca de A Carballeira los lectores de ayer eran superhéroes de cómic, policías muy severos e incluso algún pirata.
Y en eso del trabajo entre generaciones, Cruz Roja tiene mucho que decir. Así que ayer tuvo lugar su tradicional fiesta de Entroido en el centro de día de los mayores, donde todos disfrutaron de música y buen humor. Con cantantes en directo, los usuarios se animaron a participar en este carnaval, donde no faltó ni una guapa novia, con su blanco vestido. Quien más quién menos, aunque fuera una flor o un collar de papel, lucía un distintivo entroidero. Así que no cabe ninguna duda de que para celebrar estos días no importa la edad, sólo tener ganas de pasarlo bien y de disfrutar.
