El Peliqueiro, símbolo de tradición y fuerza

04.02.16.LAZA.ARTESANS DO PELIQUEIRO.LOLI E LELO.
photo_camera Aurelio Vila realizó tantas caretas como "Loli" lleva cosido trajes, más de un centenar.

Aurelio Vila tiene muy claro quién es quién en esto del Entroido. Pide disculpas por si puede resultar incómodo a alguien, pero asegura que el Peliqueiro de Laza fue el antecesor de su vecino verinense. 

La colección de imanes del Entroido  que regala La Región viaja hasta Laza para  uno de los principales componentes del traje de Peliqueiro, su careta. Como ocurre en el caso del Cigarrón, casi siempre son dos los que intervienen en la confección de tan elegante y tradicional vestimenta. 
En este caso, los protagonistas son Dolores Pérez y Aurelio Vila.

La primera lleva más de 23 años vistiendo a jóvenes y no tan jóvenes, y se formó en la mejor de las escuelas posibles, la de uno de los precursores en la elaboración del traje y fallecido en el 2014, Francisco Añel Diéguez, "Paco, o xastre de Castrelo, recuerda Loli con emoción, porque foi sen dúbida o noso mestre, un grande da costura capaz de manter cunha inequívoca seña a identidade desta indumentaria".

"Loli" ha perdido la cuenta de cuántos trajes ha llegado a confeccionar, "seguro que máis de cen, moitos para Verín", asegura.

Es aquí cuando surge la duda. ¿Es que no hay diferencia alguna entre Peliqueiro y Cigarrón? "Pois, se queres que che sexa sincera, eu diríache que non a hai, radica fundamentalmente no que o viste, no home que o viste, na forza que lle imprime, a sangue do que o leva é distinta", reitera. Por si todavía quedaba alguna duda de que en Laza puede el RH sea diferente, y el ánimo del ilustre Cigarrón todavía ha quedado indemne, Aurelio Vila, "Lelo", con todo el respeto que ambas figuras se merecen y sin la más mínima de las controversias, apostilla: "Case che podería asegurar que o Cigarrón copiou do Peliqueiro. Eu lembro os entroidos dos primeiros anos dos setenta en Verín e asegúroche que non se vían cigarróns coma agora, cando aquí en Laza xa campaba o Peliqueiro".

Añade Aurelio que "daquelas non había moitos traxes, porque a xente non os podía permitir, e incluso se arrendaban por horas, ou mesmo deixábanche o traxe no Entroido e ti tiñas que ir á xeira na vendima ou na herba para pagarlle o arrendamento", afirma este artesano ya jubilado de su ocupación terrenal y también de la pasional.

"Agora xa non queda a quen facerlle un traxe porque van quedando dos pais para os fillos, e estes anos atrás fixéronse moitos moitos". Y advierte del posible riesgo de que lleguen a caer en el olvido las artes de la elaboración, "ten vido xente por aquí -en referencia a su taller- para que lle ensinara como se labra a madeira, pero os mozos de agora non son tan constantes e éste era un traballo de moita meticulosidade", señala este artesano de la madera.n

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