Manzaneda reunió a más de 950 comensales en la fiesta gastronómica y Trives trasladó el desfile de disfraces y las actividades al pabellón
Las Mázcaras que preceden a los Fulións de Manzaneda no desfilaron en la mañana del Martes de Entroido, como vienen haciendo año tras año, en una fiesta que está declarada de Interés Turístico de Galicia. El mal tiempo obligó a suspenderlo y concentrar los actos de esta jornada en el polideportivo municipal.
La suspensión del desfile apenas restó asistente a otro capítulo, también importante, de la fiesta: el gastronómica. La comida organizada en el pabellón reunió a 950 comensales. Muchos asistentes, poco más de un centenar menos que los previstos inicialmente.
Sobre el parqué degustaron un menú elaborado con empanada, chorizo, costillas, carne "ao caldeiro", bica y bebidas, incluidos los chupitos servidos con los postres. La oferta invitó a sumarse a la comida, pero se vuelve aun más interesante cuando se indica que todos los platos fueron cocinados con productos del Concello. Desde la carne hasta la bica, pasando por los chupitos, los asistentes degustaron los productos de calidad de la tierra, un atractivo a añadir a los que ya posee este Entroido.
El polideportivo municipal también fue el espacio buscado por el Concello de Trives para escapar de la lluvia. En esta pista, el protagonismo fue para los disfraces. Dálmatas, fichas y dados del parchís, piratas, cubanas o dálmatas, trajes muy distintos, pero todos llamativos, fueron los dueños del recinto deportivo.
