Verín es uno de los tres vértices del “triángulo máxico”. Y eso es algo que se nota cuando llega el Entroido, siendo una de las localidades que más vibra con esta festividad. En los carnavales verineses rige una figura indiscutible, que reina con la legitimidad de una tradición que se pierde en los libros de historia: el cigarrón.
La máscara propia del Entroido de Verín, que protagoniza la cuarta entrega de la colección de imanes que ofrece La Región a sus lectores y suscriptores, es de las más conocidas y emblemáticas. La careta de madera, la mitra decorada con motivos de la naturaleza y el singular traje, así como la “zamarra” o látigo, identifican a este personaje. Su origen se atribuye, al menos de manera legendaria, a los cobradores de impuestos de los condes de Monterrei. Pero de las raíces de esta figura nada se tiene por seguro. Sucede lo mismo con su pariente más cercano, el peliqueiro de Laza, que comparte también raíces ancestrales.
Lo que sí está claro es que el cigarrón se convierte en la máxima autoridad en tiempos de Entroido. Este personaje, sin el cual no se podrían entender los carnavales de la villa del Támega, se lanza a correr e imponer el orden con la “zamarra”.
Las entregas de esta colección, patrocinada por Coren, seguirán ofreciéndose con el periódico hasta el próximo lunes 20. Ya se han ofrecido Frei Canedo, el boteiro de Vilariño y el felo de Maceda. Las máscaras que faltan por ver la luz, por orden, son: el boteiro de Viana (mañana), la mázcara de Manzaneda, la pantalla de Xinzo, la pita de Eiroás, el peliqueiro de Laza y el troiteiro de Bande. Los suscriptores de este diario pueden hacerse con la colección completa de imanes por otra vía, abonando 7,95 euros tras llamar al teléfono 988 604 076.
Además de la colección de imanes, La Región también festeja el Entroido con sus lectores con un sorteo de estancias en balnearios, cestas de productos y cocidos en grupo. Para participar tan solo deben enviar sus fotos y vídeos más entroideiros a través de la web “f.laregion.es/entroido-2023”.
