La consigna esta vez era 'vuelve a la plaza', y los indignados la siguieron a rajatabla. A las 20.00 horas de ayer, miles de ellos se reunieron de nuevo, en Atocha, con dirección a la Puerta del Sol. El objetivo era recuperar su buque insignia, custodiado por un fuerte blindaje policial. Por segundo día consecutivo, el movimiento se agolpó en los accesos, cantando: 'esto pasa por echarnos de la plaza'. Se llegaron a vivir momentos de tensión. El 15M de Barcelona, Palma y otras ciudades españolas se solidarizó con la capital y también se manifestó.
La Puerta del Sol volvía a estar blindada, pero ellos continuaban su andadura, empujados por el 'no pararemos' y el 'vuelve a la plaza', consignas que se 'cocieron' durante la jornada a través de Twitter.
La marcha de ayer partió de la glorieta de Atocha a las 20.00 horas. Hizo parada en el Congreso de los Diputados, Neptuno y Cibeles, y recorrió la Gran Vía hacia su buque insignia, que volvía a mostrar una inusual estampa desértica. Una treintena de furgones policiales evitaba el acceso.
Además, la estación de Sol había cerrado sus puertas desde las 18.00 horas. Los trenes de Metro y Cercanías volvieron a recibir órdenes de no hacer parada en este punto. Antes, la Comunidad de Madrid había recordado que la decisión de la Delegación del Gobierno sirve para que 'las cosas vuelvan a la normalidad', en palabras de Raimundo Herraiz, director general de Infraestructuras.
Al encontrarse con la Policía en el acceso de la calle Preciados, los manifestantes se sentaron con las manos en la nuca. Hubo, incluso, quien montó su tienda de campaña delante del cordón policial y quien lanzó contra él aviones de papel.
Otro grupo que había intentado llegar por la Calle Mayor organizó una asamblea espontánea en mitad de la vía, delante del dispositivo, según relataron los testigos a través de Twitter. Así, el movimiento se agolpó en los aledaños de la plaza, reclamándola. 'Que no, que no, que no tenemos miedo', gritaban sus miembros.
La paciencia de los de Preciados se agotó en torno a las 23.00 horas y el movimiento vivió momentos de tensión cuando los indignados intentaron rebasar el cordón policial para reconquistar Sol.
Los acontecimientos en la capital hicieron despertar a los indignados de Palma, Barcelona y otras ciudades de la geografía española.
Fuentes del 15M en Palma explicaron que creen que las actuaciones forman parte de 'maniobras del Gobierno para intentar censurarnos'. La Policía no es el blanco de las críticas esa vez, porque los agentes 'sólo reciben órdenes y actúan en consecuencia. Los culpables son los que dan las órdenes'.
Barcelona también se solidarizó con la capital desde plaza Catalunya. El colectivo cortó calles y caminó por el Passeig de Gràcia, parando ante entidades bancarias y la Bolsa de Barcelona para señalar a los 'culpables' de la crisis.
La marcha de ayer partió de la glorieta de Atocha a las 20.00 horas. Hizo parada en el Congreso de los Diputados, Neptuno y Cibeles, y recorrió la Gran Vía hacia su buque insignia, que volvía a mostrar una inusual estampa desértica. Una treintena de furgones policiales evitaba el acceso.
Además, la estación de Sol había cerrado sus puertas desde las 18.00 horas. Los trenes de Metro y Cercanías volvieron a recibir órdenes de no hacer parada en este punto. Antes, la Comunidad de Madrid había recordado que la decisión de la Delegación del Gobierno sirve para que 'las cosas vuelvan a la normalidad', en palabras de Raimundo Herraiz, director general de Infraestructuras.
Al encontrarse con la Policía en el acceso de la calle Preciados, los manifestantes se sentaron con las manos en la nuca. Hubo, incluso, quien montó su tienda de campaña delante del cordón policial y quien lanzó contra él aviones de papel.
Otro grupo que había intentado llegar por la Calle Mayor organizó una asamblea espontánea en mitad de la vía, delante del dispositivo, según relataron los testigos a través de Twitter. Así, el movimiento se agolpó en los aledaños de la plaza, reclamándola. 'Que no, que no, que no tenemos miedo', gritaban sus miembros.
La paciencia de los de Preciados se agotó en torno a las 23.00 horas y el movimiento vivió momentos de tensión cuando los indignados intentaron rebasar el cordón policial para reconquistar Sol.
Los acontecimientos en la capital hicieron despertar a los indignados de Palma, Barcelona y otras ciudades de la geografía española.
Fuentes del 15M en Palma explicaron que creen que las actuaciones forman parte de 'maniobras del Gobierno para intentar censurarnos'. La Policía no es el blanco de las críticas esa vez, porque los agentes 'sólo reciben órdenes y actúan en consecuencia. Los culpables son los que dan las órdenes'.
Barcelona también se solidarizó con la capital desde plaza Catalunya. El colectivo cortó calles y caminó por el Passeig de Gràcia, parando ante entidades bancarias y la Bolsa de Barcelona para señalar a los 'culpables' de la crisis.
