Los afganos acogidos en Madrid, con “muchas ganas” de iniciar otra vida

 Una mujer del grupo de refugiados afganos que llegaron ayer a Torrejón de Ardoz.
photo_camera Una mujer del grupo de refugiados afganos que llegaron ayer a Torrejón de Ardoz.

Piden asilo en España 354 de los 555 llegados a la base de Torrejón de Ardoz desde el jueves tras ser evacuados de Kabul

Diez ciudades españolas de nueve autonomías acogieron ya a 230 afganos evacuados por el Ejército, por lo que del total de 555 ciudadanos de ese país llegados a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) hasta el domingo y que entran en el sistema estatal de acogida, ayer solo quedan 60 por salir, según dijo el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que junto a las titulares de Defensa, Margarita Robles, y de Sanidad, Carolina Darias, acudieron a recibir a otros 260 afganos evacuados, de los que un porcentaje elevado son menores. Tres aviones traerán hoy a España a otros 390 afganos, anunció Robles, quien insistió en que, mientras España pueda, seguirá sacando personas de ese país.

Una familia de Afganistán de once miembros que llegó a España el pasado jueves y está en un piso de acogida de la ONG Cesal en Madrid continúa impactada por lo sucedido en su país, aunque tiene “muchas ganas” de aprender español y empezar un nueva vida en España, donde han solicitado protección internacional. La coordinadora del programa de acogida a personas refugiadas de Cesal, Jessica Martín Morillo, explica que se trata de una de las familias que llegó en el primer vuelo que partió de Afganistán hacia España.

Habiendo pedido protección internacional en España, “lo que posteriormente hace el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que es el responsable en España del sistema de acogida para personas que solicitan asilo, es ponerse en contacto con alguna de las entidades que colaboramos en el desarrollo de este sistema”, explica la coordinadora de Cesal. Desde el Ministerio le derivaron a esta familia “extensa” de once miembros, en la que hay adultos y menores, y una mujer embarazada, por lo que “ya son doce”.

"Pocas cosas, pero vivos"

“Fuimos a buscarles a la base aérea de Torrejón y desde el jueves por la tarde están en una de nuestras casas de acogida”, añade la coordinadora del programa de acogida a personas refugiadas de Cesal sobre esta familia, que llegó “con pocas cosas, pero vivos”, aunque “muy impactados” por lo que está ocurriendo en su país natal tras la toma del poder de los talibán. A partir de ahora, explica Martín Morillo, comienza un largo proceso para ellos, empezando por la valoración por parte del Ministerio de Interior de la solicitud de protección internacional.

En Cesal ya se ha empezado a trabajar con la familia “desde lo más básico” mientras se tramita la solicitud de protección internacional. 
“Es un itinerario que dura normalmente entre 18 y 24 meses, y ese es el tiempo que nosotros tenemos para poder trabajar de manera permanente con estas familias para que puedan ser autónomos en la sociedad de acogida lo antes posible, y de hecho así ellos lo desean. Tienen muchísimas ganas de aprender español, de esforzarse en emprender un nuevo proyecto de vida aquí”, comenta la responsable.

Entre otros temas, abordan con ellos el empadronamiento, el acceso a la salud, a la educación, el aprendizaje del idioma y qué formación pueden homologar en España para determinar qué profesiones pueden llegar a ejercer.

EEUU trasladará a Morón y Rota hasta 4.000 de sus colaboradores

España acordó con Estados Unidos que las bases militares de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) puedan acoger durante dos semanas hasta un máximo de 4.000 de sus colaboradores afganos, mientras que Torrejón de Ardoz sigue siendo puerta de entrada de los que salen del país a través de vuelos de la Unión Europea. En las últimas horas, España firmó un memorando de entendimiento con EEUU, dentro del Convenio de Cooperación para la Defensa entre ambos países, según indicaron ayer fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En virtud de este memorando, los vuelos estadounidenses llegarán a la Base Naval de Rota y a la Base Aérea de Morón con afganos evacuados, en su camino hacia lugares de reasentamiento más permanentes en Estados Unidos y en terceros países.

La Embajada de Estados Unidos en Madrid, Washington agradece “la colaboración del Gobierno español”, en especial “los últimos 20 años en Afganistán”. En un comunicado afirma que “nuestra cooperación para poner a salvo a quienes han apoyado nuestros esfuerzos colectivos en Afganistán es un testimonio de la solidez de nuestros lazos bilaterales y de nuestro compromiso como aliados de la OTAN”.

Este memorando se conoce después de que el pasado sábado, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, mantuviera una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la que ambos analizaron la situación.

Nilofar Bayat: “Soy la prueba de que en Afganistán no hay futuro ni esperanza”

Bayat junto a su marido Ramish.

La capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat, recién acogida en Bilbao, aseguró que ella es “la prueba” de la situación en su país: “No hay futuro, ni esperanza ni nada por lo que volver”. En una rueda de prensa en la sede de la Comisión de Ayuda al Refugiado, CEAR-Euskadi, Bayat dio las gracias a todas las personas que les ayudaron a salir de su país a ella y su marido, Ramish, y pidió a la ONU ayuda para los refugiados afganos.

Bayat narró los días pasados: “De repente los talibanes llegaron al gobierno y no podíamos creer la situación en la que nos encontrábamos”. Y relata que “el día que llegaron a mi casa destruyeron todo y tenía mucho miedo por mí y por mi familia. Al ver la situación, quería venir a España. Recibí una llamada de la embajada y cuando salí de casa pude ver cómo miles de personas estaban intentando salir”.

Al llegar al aeropuerto, fue la primera vez que habló con los talibanes, que “agredieron a muchas personas, nos golpearon a mí y mi marido. Fue un día muy difícil”. Tras pedir ayuda a dos soldados alemanes llegaron al aeropuerto. Allí pasaron dos días sin poder dormir y sin comida hasta que pudieron embarcar en un vuelo a Alemania y luego llegar a España.

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