Ambos aparecieron degollados un mes después de que la mujer le denunciara por maltrato
La Guardia Civil busca a un hombre por la muerte de su expareja y el novio de ésta la noche del domingo en Villarejo de Salvanés (Madrid), cuyos cuerpos han sido encontrados degollados, un mes después de que la mujer le denunciase por malos tratos y se decretase una orden de alejamiento. El crimen fue sido descubierto sobre las nueve de la mañana de ayer, cuando los dos hijos del presunto agresor, un marroquí de 32 años, y su expareja, también marroquí, de 24 años, se despertaron y encontraron el cuerpo sin vida de su madre y del hombre que la acompañaba. Los dos menores, de ocho y cuatro años, que dormían en otro dormitorio de la vivienda a escasos metros de su madre, salieron a la calle a pedir ayuda y un adulto llamó al 112.
Los pequeños relataron que su padre fue por la noche a su domicilio y ellos se fueron a la cama, tras lo que por la mañana su madre no les despertó para ir al colegio, por lo que se levantaron y fueron a buscarla, según relató el alcalde de la localidad, Marco Antonio Ayuso. Los niños fueron atendidos por psicólogos en el consistorio, se les ofreció ropa, puesto que estaban en pijama, y se les dio de desayunar y de comer, a la espera de que pasasen a tutela de la Comunidad de Madrid.
Los cadáveres de su madre y del hombre que la acompañaba, que según las primeras pesquisas era su actual pareja desde hacía unas semanas, estaban en un dormitorio, degollados y con heridas defensivas en los brazos y las manos, y el de la mujer presentaba además una herida incisa muy penetrante en la espalda, según infomaron la Guardia Civil y Emergencias Comunidad de Madrid 112. La joven se separó hace unos meses de su expareja, con el que había vivido en la localidad varios años, según indicaron varios vecinos y confirmaron fuentes de la investigación.
denuncia y alejamiento
El pasado mes de marzo la mujer denunció a su expareja por malos tratos. La joven le acusó de haberla agredido, y finalmente él fue detenido. Un juzgado decretó el pasado 1 de abril una orden de alejamiento de 500 metros del hombre con respecto a la víctima, según fuentes de la investigación.
El presunto agresor lleva varios años trabajando en un matadero de la localidad, Cárnicas Ragel, y tras la separación de su expareja vivía en ocasiones en una localidad de Guadalajara, donde reside parte de su familia. Algún día le han visto dormir en su coche, por el centro de la localidad, según señalaban fuentes de la investigación.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad tenían constancia de la orden de alejamiento pero la mujer no estaba considerada de riesgo alto, han precisado las fuentes, que han indicado que la puerta de la vivienda no estaba forzada.
