La autorización para que los ciclistas circulen por las aceras que tengan más de tres metros de ancho estará condicionada a que las mismas cuenten con el correspondiente carril-bici, dijo ayer el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El ministro matizó así el anuncio hecho el pasado viernes en Córdoba por la Dirección General de Tráfico, que avanzó que la reforma del Reglamento General de Circulación permitirá la circulación de bicicletas por las aceras si éstas tienen más de tres metros de anchura.
En respuesta a una pregunta sobre seguridad vial en el Senado, Rubalcaba dijo que esta medida 'se interpretó justo al revés', ya que la intención de Tráfico es evitar la 'inseguridad' que padecen los peatones que en determinadas ciudades y en aceras de menos de tres metros de anchura deben compartir su espacio con las bicicletas.
Aunque hoy existe la prohibición de circular por las aceras para los ciclistas, en la práctica muchos Ayuntamientos -incluso con el respaldo del Tribunal Supremo, que les dio la razón en varias sentencias- permiten la presencia de bicicletas fuera de la calzada.
Por ello se está estudiando con los municipios -'y probablemente lo hagamos'-, dijo Rubalcaba- si en las aceras de más de tres metros de ancho 'merece la pena intentar' poner carriles-bici.
Aunque hoy existe la prohibición de circular por las aceras para los ciclistas, en la práctica muchos Ayuntamientos -incluso con el respaldo del Tribunal Supremo, que les dio la razón en varias sentencias- permiten la presencia de bicicletas fuera de la calzada.
Por ello se está estudiando con los municipios -'y probablemente lo hagamos'-, dijo Rubalcaba- si en las aceras de más de tres metros de ancho 'merece la pena intentar' poner carriles-bici.
