El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, afrontará este miércoles su primer debate sobre el estado de la Nación como presidente del Gobierno con un escenario político encrespado por los últimos casos de corrupción y una tasa de paro récord que se acerca a los seis millones. Por eso, acudirá a esta cita con dos propuestas clave: un plan de reactivación económica y medidas para fortalecer la democracia, según fuentes gubernamentales.
En Moncloa son conscientes de que Rajoy se enfrenta a un debate desabrido y a cara de perro, sobre todo después de que el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidiera esta misma semana su dimisión en el Congreso, una petición que prevén que volverá a repetir en este duelo parlamentario.
Y es que, el líder socialista basará su estrategia e en tratar de atacar al presidente del Gobierno con los altos índices que ha alcanzado el desempleo, sobre todo por el aumento registrado de casi un millón de personas en su primer año al frente del Ejecutivo, los recortes en sanidad, educación y servicios sociales a cuenta de la reducción del déficit, pero también la presunta corrupción en el PP, en concreto la supuesta contabilidad B que manejó el extesorero Luis Bárcenas a lo largo de casi 20 años.
Un tema que Rajoy quiere obviar y aprovechará su intervención para presentar un paquete de medidas tanto en materia penal y procesal con el fin de mejorar la transparencia, luchar contra la corrupción y fortalecer la democracia.
A todo ello se une la declaración del Parlamento catalán impulsada por CiU y ERC que define a Cataluña como sujeto de soberanía, ya que se prevé que sea un tema clave sobre todo en el discurso del portavoz de los republicanos, Alfred Bosch.
Y es que, el líder socialista basará su estrategia e en tratar de atacar al presidente del Gobierno con los altos índices que ha alcanzado el desempleo, sobre todo por el aumento registrado de casi un millón de personas en su primer año al frente del Ejecutivo, los recortes en sanidad, educación y servicios sociales a cuenta de la reducción del déficit, pero también la presunta corrupción en el PP, en concreto la supuesta contabilidad B que manejó el extesorero Luis Bárcenas a lo largo de casi 20 años.
Un tema que Rajoy quiere obviar y aprovechará su intervención para presentar un paquete de medidas tanto en materia penal y procesal con el fin de mejorar la transparencia, luchar contra la corrupción y fortalecer la democracia.
A todo ello se une la declaración del Parlamento catalán impulsada por CiU y ERC que define a Cataluña como sujeto de soberanía, ya que se prevé que sea un tema clave sobre todo en el discurso del portavoz de los republicanos, Alfred Bosch.
