Más cien mil conductores son sancionados cada año por utilizar el coche después de haber bebido

Desciende la cifra de positivos en los controles de alcoholemia

Un conductor realiza un test en el alcoholímetro, en un control de la Guardia Civil.
Cada año son más de cien mil conductores los que dan positivo en la prueba de alcoholemia y, aunque en términos porcentuales las cifras descendieron en el último decenio, beber y conducir sigue siendo un peligroso binomio que provoca muertes y que, además, le va a salir aún más caro al bolsillo del infractor. Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) facilitados revelan que alrededor de 100.000 controles dan resultado positivo anualmente, lo que supone apenas el 2% del total de pruebas, según resultados de 2011.
'Detenida por la muerte de dos ciclistas tras dar positivo en la prueba de alcoholemia', 'Detenido un conductor novel que cuadruplicaba la tasa de alcoholemia', 'Sorprenden dos veces el mismo día a un hombre que conducía borracho', 'Exalcalde da positivo en alcoholemia tras golpear moto de guardia civil', 'Detenido el conductor de un tráiler que sextuplicaba la tasa de alcohol'. Son titulares de algunas noticias que los medios de comunicación publicaron en el último mes y una muestra del resultado de los cinco millones de controles anuales de alcohol que la Guardia Civil realiza, tanto preventivos como los que se practican como consecuencia de una infracción o después de un accidente.

Unas cifras alentadoras, toda vez que suponen una reducción de casi un tercio respecto a diez años antes, cuando la proporción de positivos alcanzaba el 5%.


AUMENTO EN VERANO

Pese a ello, Tráfico recuerda que cada día los agentes de la Guardia Civil detectan un número importante de conductores que se ponen al volante después de haber bebido, como está ocurriendo este verano, con el consiguiente peligro para la seguridad vial. Y para evitar riesgos, los agentes de la Agrupación de Tráfico incrementaron ya de cara a este puente festivo los controles de alcohol y drogas, en unas fechas en las que cientos de municipios españoles celebran sus fiestas patronales y miles de ciudadanos utilizan el coche para recorrer trayectos cortos.

En la última campaña intensiva de controles de la Guardia Civil, realizada entre el 9 y el 15 de julio, 2.720 conductores sobrepasaron la tasa máxima permitida (un 1,1% del total).

Tráfico tiene claro que, pese a las cifras, el problema sigue siendo grave y, de hecho, según los informes del Instituto Nacional de Toxicología, tras las autopsias realizadas a los conductores implicados en accidentes mortales en 2012 se comprobó que casi la mitad (el 47,32%) dieron positivo en sangre a alcohol, drogas o/y psicofármacos. No sólo se detectó ese consumo en los conductores. El Instituto también comprobó que al menos lamitad de los peatones muertos arrollados en accidente habían bebido. Ahora, la conducción de vehículos habiendo ingerido cualquier tipo de alcohol con tasas superiores a las permitidas (0,25 miligramos por litro de aire espirado para los conductores en general y 0,15 para los noveles y los profesionales) está considerada como una infracción muy grave. Para estas conductas, la ley prevé la retirada de hasta seis puntos del carné y una sanción de 500 euros, pero la próxima reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, cuyo proyecto ya probó el Consejo de Ministros, subirá la multa justo el doble para evitar el aumento de las infracciones.

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