Arropado por la cúpula de IU, presentó este miércoles su candidatura a las primarias de Ahora en Común para la Presidencia del Gobierno
El candidato de IU al Gobierno, Alberto Garzón, ha dejado claro que no cambiará su mensaje electoral por un puñado de votos ni haciendo un viraje al "centro", en alusión a Podemos, y, al contrario que el partido morado, él si está "plenamente" en condiciones de gobernar el país.
Arropado por la cúpula de IU, incluido el coordinador federal, Cayo Lara, sentado en primera fila, Garzón ha presentado hoy su candidatura a las primarias de Ahora en Común para la Presidencia del Gobierno en un acto en el Círculo de Bellas Artes, en el que también ha dicho que después de las elecciones de diciembre será necesario "repensar" la izquierda.
Una izquierda que tendrá que huir del "fantasma" de Italia, donde no está ni organizada ni ideologizada, ha subrayado una semana después de que Podemos diera un portazo definitivo a la propuesta de Garzón de sumar fuerzas en una candidatura para las generales.
Y siguiendo con las alusiones a su rival electoral, unas más directas que otras, ha criticado que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, haya enviado una carta a los candidatos a la Presidencia del PP, PSOE y Ciudadanos para emplazarles a un debate electoral televisado.
Debate del que Iglesias ha excluido a Garzón, un hecho por el que ha acusado al líder de Podemos de incurrir en las mismas "miserias" que el viejo bipartidismo que critican.
Y al margen del sentimiento que el gesto de desprecio de Iglesias le haya producido, Garzón ha afirmado que se trata de "un problema de actitud democrática".
Alberto Garzón, que competirá con otros nueve candidatos en las primarias que se celebrarán entre el 22 y el 26 de octubre -todos de un perfil desconocido-, ha insistido en que su objetivo es cambiar la sociedad "más allá" de los comicios.
Por tanto, ha advertido que no caerá en el "cortoplacismo" de otras formaciones ni en la "espectacularización de la política".
Durante su intervención, el candidato ha recalcado que no se moverá ni un milímetro de sus referentes sociales y económicos para cambiar el "saldo negativo" en el que ha quedado el país por culpa de la gestión neoliberal del PP y del PSOE, porque lo que él busca es ganar "convenciendo".
Y convenciendo con propuestas "de largo recorrido" como la prohibición constitucional de privatizaciones de servicios públicos como el agua, una elección democrática de los órganos judiciales al estilo de Estados Unidos o el trabajo garantizado con un Estado que interviene en la economía y sale "al rescate" de aquellas personas sin empleo.
También, entre muchas otras, la fiscalización de los representantes institucionales, con la opción de revocación del mandato y abrir nuevas vías de relación con la Unión Europea que rechacen "extorsiones" como la de Grecia.
Plantea además frenar el ataque "brutal" al Estado social, preservando "al cien por cien" la salud, la educación y otros servicios como las pensiones.
Medidas todas ellas "técnicamente viables" que serán incluidas en su propuesta electoral de izquierdas frente a esa corriente "dominante", en la que no solo mete a Podemos, sino también a Ciudadanos o incluso al PP, que -ha recalcado- "han dejado de lado" el programa y se han decantado por "discursos mediatizados".
Con esta mochila, se pone en marcha la candidatura de Garzón, en la que aún hay algunas incógnitas abiertas, como el nombre de la coalición con la que concurrirán a los comicios, que, para el candidato, "no es lo más relevante" porque, en cualquier caso, las siglas de IU figurarán en el registro ante la junta electoral.
Presentado por el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, que se ha deshecho en elogios hacia su persona, Garzón ha contado también con el respaldo presencial, entre otros, del secretario general del PCE, José Luis Centella, algunos diputados de su grupo, o la líder del Partido Feminista, Lidia Falcón, la última fuerza en incorporarse a Izquierda Unida.
