Jáuregui aseguró, tras la reunión entre Zapatero y Urkullu, que será el Ejecutivo que salga del 20-N el que tome decisiones

El Gobierno no cambiará la política penitenciaria con los presos de ETA

Iñigo Urkullu, tras reunirse con Rodríguez Zapatero. (Foto: ÁNGEL DÍAZ)
El Gobierno no variará su política penitenciaria a pesar de la petición explícita del presidente del PNV, Íñigo Urkullu, quien reclamó medidas humanitarias y urgentes para los etarras enfermos, al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Así lo manifestó el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, en comparecencia de prensa posterior al encuentro de Zapatero y Urkullu, en la que precisó que el Gobierno está obligado a mantener una situación 'de reserva', 'por respeto institucional a la legitimidad del nuevo Gobierno' que surgirá tras las próximas elecciones.
'No habrá reformas previsibles', añadió, al tiempo que dijo que desconocía si por parte de los presos de ETA hay algún movimiento para pedir perdón. Poco antes y también en rueda de prensa, Urkullu demandaba una política penitenciaria 'flexible, dinámica y consensuada' con los presos, especialmente con los enfermos, para los que pedía a Zapatero un 'empuje' como presidente de Gobierno y hasta que se forme el próximo Ejecutivo. Después de hora y media de reunión en el Palacio de la Moncloa y en rueda de prensa, Urkullu insistió en que para avanzar en el proceso del final de la violencia y de normalización política es necesario el diálogo entre los partidos y que la izquierda abertzale y los terroristas se comprometan en el reconocimiento a las víctimas y asuman el daño causado.


SUPERACIÓN DE LA VIOLENCIA

Urkullu dijo que Zapatero 'comparte que estamos en un nuevo tiempo y que hay que ir trabajando por la superación' del antiguo escenario de violencia. No obstante, advirtió de que las medidas de flexibilización de la política penitenciaria deberán estar 'en función' de los pasos que den los presos, de los que espera 'arrepentimiento y petición de perdón', así como solicitudes individuales de cambio de grado. Tras referirse a la relación 'muy constante' que mantuvo con Zapatero desde mayo de 2010, Urkullu exprsó la satisfacción del PNV por ésta, ya que partían del 'desconocimiento personal' y 'recelo mutuo', para llegar a un 'reconocimiento' de su labor, por lo que le pidió que 'siga empujando el tiempo que le quede como presidente'.

En este sentido, Jáuregui reconoció que la relación con Urkullu fue 'intensa', iniciada 'en el desconocimiento mutuo', pero que llegó a ser 'amable y respetuosa en un marco de máxima lealtad'. Urkullu destacó que en mayo de 2010 España estaba amenazada por la crisis económica, había terrorismo y el Estatuto vasco 'estaba enquistado' y en ese contexto el PNV contribuyó a la estabilidad parlamentaria del Gobierno. Jáuregui también valoró este apoyo de los nacionalistas vascos y anunció que Zapatero se reunirá también con el líder de Coalición Canaria, Paulino Rivero, por ser una de las fuerzas políticas que apoyó al Gobierno en esta legislatura. El presidente del PNV,Íñigo Urkullu, remarcó que ahora España 'salió del riesgo de intervención'.

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