El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) eligió como presidente de este órgano y del Tribunal Supremo (TS) al magistrado Gonzalo Moliner, que se encuentra ahora ante el reto de restaurar el prestigio de esta institución tras la crisis que provocó la dimisión de su antecesor, Carlos Dívar. Los veinte vocales del CGPJ, casi un mes después de la renuncia de Dívar por el escándalo de sus viajes en fin de semana, consiguieron ayer en menos de media hora elegir a Moliner, hasta ahora presidente de la Sala de lo Social del TS, por 12 votos a favor, 5 en contra y tres en blanco.
El resultado fue el mínimo necesario para la elección del presidente, que según la ley debe contar con una mayoría de tres quintos (12 vocales) del Consejo para ser designado, aunque el propio Moliner consideró que es un apoyo 'suficiente'. El magistrado se trasladó desde Valencia ayer por la mañana tras conocer su designación y llegó poco después del mediodía a la sede del CGPJ 'ilusionado', aunque con 'algo de miedo' ante la nueva etapa que debe afrontar.
'La afronto por una parte con ilusión porque pienso que todos hacemos falta en este territorio y por otra parte con algo de miedo porque veo que la cosa puede ser compleja', dijo. Moliner, miembro de Jueces para la Democracia, admitió la responsabilidad que requiere su cargo y el de 'todos' en la actual situación del Consejo aunque eludió opinar sobre las reformas del CGPJ anunciadas por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La de ayer era la tercera reunión del pleno extraordinario convocado para la elección del presidente, aunque la semana pasada, tras varias votaciones, los vocales no encontraron un candidato que lograra el apoyo necesario.
DOS ÚNICAS VOTACIONES
Ante esa situación, el pleno, a propuesta de su todavía presidente en funciones, Fernando de Rosa, celebró ayer sólo dos votaciones sobre los candidatos que hasta ese momento habían reunido un mayor respaldo. Así, los vocales votaron primero la candidatura de José Ramón Ferrándiz, de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que no llegó a obtener la mayoría de tres quintos necesaria para ser designado, ya que obtuvo 9 votos a favor, 8 en contra y 3 en blanco. Inmediatamente después se procedió a votar al magistrado Gonzalo Moliner, que sí lograba esa mayoría mínima de 12 votos, con lo que será el próximo presidente del Supremo y del CGPJ hasta septiembre de 2013, cuando concluye el mandato del actual Consejo.
De Rosa destacó el consenso logrado en la elección de Moliner en un tiempo 'prudencial' y negó que los vocales hubieran fracasado en los dos plenos anteriores que, según explicó, sirvieron para sentar las bases de las negociaciones y dieron 'sus frutos'. 'Nosotros cumplimos con nuestra obligación constitucional', dijo De Rosa, tras expresar su confianza en que a la mayor brevedad se normalice la situación y Moliner, que el próximo viernes cumplirá 68 años, ocupe su despacho en el órgano de gobierno de los jueces.
De momento, no está previsto que este nombramiento suponga otros cambios en la vicepresidencia, que ocupa De Rosa, o en la portavocía del Consejo, que ostenta Gabriela Bravo, aunque será más adelante cuando puedan plantearse algún 'baile de cargos'.
Tras la rueda de prensa de De Rosa, tres vocales del CGPJ -Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Margarita Robles- hacían pública una nota para expresar su satisfacción por la elección de Moliner, sobre quien -destacaron- existe 'absoluto consenso' respecto a su capacidad para ocupar el cargo.
'La afronto por una parte con ilusión porque pienso que todos hacemos falta en este territorio y por otra parte con algo de miedo porque veo que la cosa puede ser compleja', dijo. Moliner, miembro de Jueces para la Democracia, admitió la responsabilidad que requiere su cargo y el de 'todos' en la actual situación del Consejo aunque eludió opinar sobre las reformas del CGPJ anunciadas por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La de ayer era la tercera reunión del pleno extraordinario convocado para la elección del presidente, aunque la semana pasada, tras varias votaciones, los vocales no encontraron un candidato que lograra el apoyo necesario.
DOS ÚNICAS VOTACIONES
Ante esa situación, el pleno, a propuesta de su todavía presidente en funciones, Fernando de Rosa, celebró ayer sólo dos votaciones sobre los candidatos que hasta ese momento habían reunido un mayor respaldo. Así, los vocales votaron primero la candidatura de José Ramón Ferrándiz, de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que no llegó a obtener la mayoría de tres quintos necesaria para ser designado, ya que obtuvo 9 votos a favor, 8 en contra y 3 en blanco. Inmediatamente después se procedió a votar al magistrado Gonzalo Moliner, que sí lograba esa mayoría mínima de 12 votos, con lo que será el próximo presidente del Supremo y del CGPJ hasta septiembre de 2013, cuando concluye el mandato del actual Consejo.
De Rosa destacó el consenso logrado en la elección de Moliner en un tiempo 'prudencial' y negó que los vocales hubieran fracasado en los dos plenos anteriores que, según explicó, sirvieron para sentar las bases de las negociaciones y dieron 'sus frutos'. 'Nosotros cumplimos con nuestra obligación constitucional', dijo De Rosa, tras expresar su confianza en que a la mayor brevedad se normalice la situación y Moliner, que el próximo viernes cumplirá 68 años, ocupe su despacho en el órgano de gobierno de los jueces.
De momento, no está previsto que este nombramiento suponga otros cambios en la vicepresidencia, que ocupa De Rosa, o en la portavocía del Consejo, que ostenta Gabriela Bravo, aunque será más adelante cuando puedan plantearse algún 'baile de cargos'.
Tras la rueda de prensa de De Rosa, tres vocales del CGPJ -Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Margarita Robles- hacían pública una nota para expresar su satisfacción por la elección de Moliner, sobre quien -destacaron- existe 'absoluto consenso' respecto a su capacidad para ocupar el cargo.
