El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que 2013 será un año 'duro', pero se mostró convencido de que en 2014 España 'crecerá con claridad' y se empezará a 'crear empleo'. Según añadió, 'los españoles notarán resultados tangibles de los sacrificios que han hecho' si mantienen 'el rumbo', no se 'distraen' y no hacen caso 'a cantos de sirena'.
Así se pronunció Rajoy ante la Junta Directiva Nacional del PP que se celebró en la sede central del partido, donde hizo un repaso de la situación económica y presumió de haber evitado el rescate que sufrieron otros países de la Unión Europea. Además, anunció algunas reformas que llevará a cabo su Ejecutivo en los próximos meses, como la creación de una autoridad fiscal independiente, la presentación en junio del informe de la reforma de las Administraciones Públicas, un acuerdo sobre la sostenibilidad de las pensiones, la reforma energética y la aprobación de la Ley de Emprendedores.
El también presidente del PP dedicó un discurso de 55 minutos a la dirección de su partido, aunque hubo ausencias importantes como la de Esperanza Aguirre, que excusó su falta por cuestiones de agenda, al igual Alberto Núñez Feijóo, Juan Ignacio Zoido, Antonio Basagoiti y Juan Vicente Herrera, entre otros.
Rajoy defendió las reformas ya abordadas y su eficacia para atajar problemas fundamentales como la crisis del sector financiero, el déficit público, las dificultades de financiación de las administraciones, la 'ausencia de competitividad' de la economía y los problemas de la deuda externa. Y las defendió porque con su política el Gobierno logró el año pasado 'estabilizar la situación' y superar dos momentos críticos: la crisis de la deuda soberana de junio y la crisis financiera de abril. 'Lo hemos superado y fuimos capaces de aguantar la situación, que sigue siendo difícil, pero ya menos que en aquellos momentos', dijo.
El presidente aseguró que algunos efectos positivos de estas medidas ya se observan, como en el sector exterior o en la reducción del déficit, pero no llegan a los ciudadanos. Las consecuencias positivas y 'tangibles' sin embargo llegarán en 2014. 'La economía española crecerá con claridad y empezaremos a crear empleo y los españoles notarán resultados tangibles de los sacrificios que han hecho', dijo.
'ACUSACIONES SIN PRUEBAS'
Rajoy, que evitó aludir expresamente al extesorero del PP Luis Bárcenas ante la plana mayor del PP, se limitó a hablar de manera genérica sobre la corrupción asegurando que en todas partes brotan 'malas hierbas' pero en España las instituciones 'están sanas' y funcionan. Dicho esto, señaló que luchará para evitar que se produzcan 'acusaciones sin pruebas'.
En su discurso, que los medios pudieron seguir en abierto a través de una televisión de plasma instalada en la sala de prensa del PP, el jefe del Ejecutivo criticó que se pretenda 'generalizar la conductas indeseables de algunos' a todos los políticos, algo que ha calificado de 'injusto', ya que, según señaló, 'la inmensa mayoría de responsables públicos sirven al país honradamente'.
Tras asegurar que toda corrupción es 'inaceptable' y que hay que 'perseguirla', dijo que cuando el PP tuvo conocimiento de irregularidades 'demostradas', actuó con 'un nivel de exigencia que nadie ha igualado', el resto corresponde a la Justicia y su formación está colaborando con ella, sentenció.
El también presidente del PP dedicó un discurso de 55 minutos a la dirección de su partido, aunque hubo ausencias importantes como la de Esperanza Aguirre, que excusó su falta por cuestiones de agenda, al igual Alberto Núñez Feijóo, Juan Ignacio Zoido, Antonio Basagoiti y Juan Vicente Herrera, entre otros.
Rajoy defendió las reformas ya abordadas y su eficacia para atajar problemas fundamentales como la crisis del sector financiero, el déficit público, las dificultades de financiación de las administraciones, la 'ausencia de competitividad' de la economía y los problemas de la deuda externa. Y las defendió porque con su política el Gobierno logró el año pasado 'estabilizar la situación' y superar dos momentos críticos: la crisis de la deuda soberana de junio y la crisis financiera de abril. 'Lo hemos superado y fuimos capaces de aguantar la situación, que sigue siendo difícil, pero ya menos que en aquellos momentos', dijo.
El presidente aseguró que algunos efectos positivos de estas medidas ya se observan, como en el sector exterior o en la reducción del déficit, pero no llegan a los ciudadanos. Las consecuencias positivas y 'tangibles' sin embargo llegarán en 2014. 'La economía española crecerá con claridad y empezaremos a crear empleo y los españoles notarán resultados tangibles de los sacrificios que han hecho', dijo.
'ACUSACIONES SIN PRUEBAS'
Rajoy, que evitó aludir expresamente al extesorero del PP Luis Bárcenas ante la plana mayor del PP, se limitó a hablar de manera genérica sobre la corrupción asegurando que en todas partes brotan 'malas hierbas' pero en España las instituciones 'están sanas' y funcionan. Dicho esto, señaló que luchará para evitar que se produzcan 'acusaciones sin pruebas'.
En su discurso, que los medios pudieron seguir en abierto a través de una televisión de plasma instalada en la sala de prensa del PP, el jefe del Ejecutivo criticó que se pretenda 'generalizar la conductas indeseables de algunos' a todos los políticos, algo que ha calificado de 'injusto', ya que, según señaló, 'la inmensa mayoría de responsables públicos sirven al país honradamente'.
Tras asegurar que toda corrupción es 'inaceptable' y que hay que 'perseguirla', dijo que cuando el PP tuvo conocimiento de irregularidades 'demostradas', actuó con 'un nivel de exigencia que nadie ha igualado', el resto corresponde a la Justicia y su formación está colaborando con ella, sentenció.
