Tras la convicción mostrada hace unos días por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, al asegurar que la Policía no colabora con la Fiscalía en la lucha contra las listas de ETA, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha tomado parte por la Policía, y ha asegurado que ésta 'colabora todos los días y a todas las horas' con la Fiscalía y con el Tribunal Supremo. Asimismo, aseguró que el 'Estado está más fuerte que nunca y ETA más débil', por lo que 'no se va a volver a repetir' un diálogo con ETA.
El ministro del Interior ha aprovechado sus declaraciones en la Cadena Ser para dejar clara su postura frente a la acusación que hizo Conde-Pumpido a la Policía de no colaborar con la Fiscalía en relación a las listas que periódicamente pretende presentar a las urnas el entorno de ETA. En este sentido, Rubalcaba se posicionó a favor de la Policía, y manifestó su deseo de zanjar la polémica suscitada en torno a las declaraciones arguyendo que la Policía 'colabora todos los días a todas las horas' tanto con la Fiscalía como con el Tribunal Supremo, 'aunque puede haber problemas interpretativos'.
Según explicó, las quejas de Conde-Pumpido sobre la Policía eran de un tema 'básicamente procedimental' debido a una 'diferencia interpretativa', ya que la Fiscalía entendía que los informes que la Policía estaba realizando sobre las candidaturas de Askatasuna y D3M, 'debían remitirse directamente a la Fiscalía, pero la Policía entendió que debía ser el juez quien los remitía'. 'El problema era si los informes llegaban directamente o a través del juez. Pero llegaron, en todo caso, a través del juez, y sirvieron para la demanda de ilegalización del fiscal. Los informes llegaron y el TS concedió la ilegalización. Lo que Interior tiene que hacer es garantizar la buena relación entre Policía, Fiscalía, guardias civiles y jueces, que a veces tienen diferencias interpretativas, como es el caso. Además, tiene que asegurar a la ciudadanía que todos ellos cumplen su trabajo, y eso es así', expuso.
El ministro quiso defender, en todo momento, la calidad de la Policía española, y quitó hierro al asunto, alegando que el propio Conde-Pumpido 'aclaró por la tarde lo que dijo por la mañana, y por eso, es un tema con el que' no quiere seguir. No obstante, reconoció que si el Congreso pide su comparecencia para explicar este tema, no le 'cuesta nada' hacerlo, pues es un tema tan 'sencillo' que no será una 'comparecencia muy larga'. Por otro lado, hizo referencia a la 'fuerza' del Estado, que se enfrenta a una ETA 'debilitada' por la 'fortaleza de la justicia, la actuación policial y de la Guardia Civil, por su coordinación, la cooperación internacional, y la deslegitimación política y social sobre la acción de ETA'.
ETA y las urnas
Rubalcaba también respondió a las preguntas que hacían referencia a la posibilidad de que Batasuna intente concurrir a las elecciones europeas, a lo que aseguró que no tiene noticias 'concretas' al respecto, si bien consideró 'bastante razonable que lo intenten una vez más porque para Batasuna, para ETA, es muy importante estar en las instituciones'. 'Nuestra obligación como demócratas es intentar que no estén. Ellos pueden estar trabajando, pero le digo que el Gobierno también. Si hay pruebas de que Batasuna intenta recuperar unas siglas, inventarse o camuflarse en otras, iremos a la Abogacía del Estado y la Fiscalía para pedir su ilegalización', avanzó.
El ministro manifestó su convencimiento de que si ETA no ha estado muy activa durante los últimos meses, es porque 'no puede' hacer nada. En concreto, señaló que actualmente se está produciendo un debate interno dentro de la organización terrorista, en el que se plantean la viabilidad de continuar con la 'lucha armada', o si, por el contrario, la mejor opción es el diálogo. No obstante, Rubalcaba negó cualquier posibilidad de diálogo y les aconsejó que 'el debate que tienen que hacer ETA y su mundo es si dejan o no la violencia'. 'Si no dejan la violencia, la democracia les va a obligar a dejarla. Que nadie resucite viejos debates, porque esta es la historia. ETA rompió su tercera oportunidad y no va a tener otra de dialogar, y lo que tiene que hacer es decidir si lo deja o no, pero si no lo deja, el Estado acabará con ella', apuntó.
Por otro lado, el ministro señaló que cree que hay quien está 'alimentando en el mundo de ETA la idea de que es posible repetir lo que se hizo con Felipe González a finales de los ochenta, luego con Aznar y con Zapatero, que es posible repetir ese esquema de diálogo', pero aseguró que algo así 'ya no es posible' y que en su opinión, la única discusión posible que al Estado le interesa de verdad es si lo dejan o no. 'Si lo dejan bien, y si no, el Estado se encargará de que lo dejen. Otras discusiones pertenecen al pasado y no conviene alimentar falsas expectativas. No hay piezas de ningún puzzle, porque las voló ETA en la T4, eso se ha acabado por siempre'.
Según explicó, las quejas de Conde-Pumpido sobre la Policía eran de un tema 'básicamente procedimental' debido a una 'diferencia interpretativa', ya que la Fiscalía entendía que los informes que la Policía estaba realizando sobre las candidaturas de Askatasuna y D3M, 'debían remitirse directamente a la Fiscalía, pero la Policía entendió que debía ser el juez quien los remitía'. 'El problema era si los informes llegaban directamente o a través del juez. Pero llegaron, en todo caso, a través del juez, y sirvieron para la demanda de ilegalización del fiscal. Los informes llegaron y el TS concedió la ilegalización. Lo que Interior tiene que hacer es garantizar la buena relación entre Policía, Fiscalía, guardias civiles y jueces, que a veces tienen diferencias interpretativas, como es el caso. Además, tiene que asegurar a la ciudadanía que todos ellos cumplen su trabajo, y eso es así', expuso.
El ministro quiso defender, en todo momento, la calidad de la Policía española, y quitó hierro al asunto, alegando que el propio Conde-Pumpido 'aclaró por la tarde lo que dijo por la mañana, y por eso, es un tema con el que' no quiere seguir. No obstante, reconoció que si el Congreso pide su comparecencia para explicar este tema, no le 'cuesta nada' hacerlo, pues es un tema tan 'sencillo' que no será una 'comparecencia muy larga'. Por otro lado, hizo referencia a la 'fuerza' del Estado, que se enfrenta a una ETA 'debilitada' por la 'fortaleza de la justicia, la actuación policial y de la Guardia Civil, por su coordinación, la cooperación internacional, y la deslegitimación política y social sobre la acción de ETA'.
ETA y las urnas
Rubalcaba también respondió a las preguntas que hacían referencia a la posibilidad de que Batasuna intente concurrir a las elecciones europeas, a lo que aseguró que no tiene noticias 'concretas' al respecto, si bien consideró 'bastante razonable que lo intenten una vez más porque para Batasuna, para ETA, es muy importante estar en las instituciones'. 'Nuestra obligación como demócratas es intentar que no estén. Ellos pueden estar trabajando, pero le digo que el Gobierno también. Si hay pruebas de que Batasuna intenta recuperar unas siglas, inventarse o camuflarse en otras, iremos a la Abogacía del Estado y la Fiscalía para pedir su ilegalización', avanzó.
El ministro manifestó su convencimiento de que si ETA no ha estado muy activa durante los últimos meses, es porque 'no puede' hacer nada. En concreto, señaló que actualmente se está produciendo un debate interno dentro de la organización terrorista, en el que se plantean la viabilidad de continuar con la 'lucha armada', o si, por el contrario, la mejor opción es el diálogo. No obstante, Rubalcaba negó cualquier posibilidad de diálogo y les aconsejó que 'el debate que tienen que hacer ETA y su mundo es si dejan o no la violencia'. 'Si no dejan la violencia, la democracia les va a obligar a dejarla. Que nadie resucite viejos debates, porque esta es la historia. ETA rompió su tercera oportunidad y no va a tener otra de dialogar, y lo que tiene que hacer es decidir si lo deja o no, pero si no lo deja, el Estado acabará con ella', apuntó.
Por otro lado, el ministro señaló que cree que hay quien está 'alimentando en el mundo de ETA la idea de que es posible repetir lo que se hizo con Felipe González a finales de los ochenta, luego con Aznar y con Zapatero, que es posible repetir ese esquema de diálogo', pero aseguró que algo así 'ya no es posible' y que en su opinión, la única discusión posible que al Estado le interesa de verdad es si lo dejan o no. 'Si lo dejan bien, y si no, el Estado se encargará de que lo dejen. Otras discusiones pertenecen al pasado y no conviene alimentar falsas expectativas. No hay piezas de ningún puzzle, porque las voló ETA en la T4, eso se ha acabado por siempre'.
