El PSOE obtiene el peor resultado de su historia al obtener 110 diputados

Rubalcaba pide a Zapatero que convoque un congreso ordinario 'lo antes posible'

Convocar un congreso ordinario 'lo antes posible'. Es la petición que el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha transmitido al secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, tras producirse el peor resultado del PSOE en su historia al obtener 110 diputados. Sin embargo, Rubalcaba no ha desvelado su futuro político y se ha limitado a felicitar a Rajoy y asegurar que el PSOE estará a la altura en la oposición en una comparecencia en la que no ha estado presente el presidente del Gobierno.
El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha comunicado al secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, su 'convicción' sobre la necesidad de convocar un Congreso Federal ordinario 'lo antes posible'. Sin embargo, no ha desvelado ninguna pista sobre su futuro político.

Rubalcaba no ha confirmado si aspirará a la Secretaria General en ese Congreso, ni tampoco si liderará la oposición, hablando en todo momento en primera persona del plural.

En su primera y breve comparecencia tras las elecciones generales de este domingo, ha reconocido la victoria del Partido Popular y ha comentado que se ha puesto en contacto con Mariano Rajoy para felicitarle personalmente y desearle 'suerte' en la importante responsabilidad que tiene por delante el dirigente 'popular'.

El PSOE ha sufrido su mayor derrota al desplomarse hasta los 110 diputados y un 28,73 por ciento de los votos, perdiendo un total de 59 escaños y más de cuatro millones de votantes frente a las pasadas elecciones generales, y empeora los resultados obtenidos en el año 2000 por Joaquín Almunia, quien alcanzó los 125 diputados.

La debacle anunciada por todos los sondeos y encuestas se ha visto confirmada y los socialistas han obtenido el peor resultado de su historia al 'superar' los 118 diputados logrados en 1977, en las primeras elecciones después de la dictadura franquista.

Un hundimiento más amargo si cabe ante el histórico resultado obtenido por el Partido Popular que, con 186 diputados, ha logrado una amplia mayoría absoluta con el 44,6 por ciento de los votos, superando la obtenida por Aznar en el año 2000.

'El PSOE no ha tenido un buen resultado, hemos perdido claramente las elecciones', ha reconocido Rubalcaba en una sede de la calle Ferraz en la que se encontraban unos quinientos simpatizantes. Asimismo, ha garantizado que el partido estará 'a la altura' y liderará la oposición de acuerdo con sus 'valores y convicciones', defendiendo los servicios públicos y los derechos y libertades conseguidos por los españoles.

El candidato socialista ha comparecido solo frente a las cámaras por decisión personal, pero frente a él se encontraba la Ejecutiva socialista y otros dirigentes como el ministro Valeriano Gómez o el secretario de estado Diego López Garrido. No estaba Zapatero, quien ha preferido seguir el escrutinio desde la cuarta planta de Ferraz sin bajar al salón Ramón Rubial.

Los malos resultados y la derrota cosechada no han impedido a Rubalcaba que remarcase que el PSOE ha recibido el voto y el apoyo de siete millones de ciudadanos que le han dado su confianza 'en unas circunstancias especialmente difíciles para la sociedad española'. Además, ha querido recordar a quienes han 'tenido la responsabilidad de gobernar durante los años de la peor crisis económica' y ha destacado que afrontan 'una nueva etapa de nuestra historia' y que inician el camino 'para recuperar la mayoría política social'.

Además, ha valorado positivamente la participación en los comicios, casi un 72 por ciento, unos 24,5 millones de españoles, considerándolo una nueva muestra de la 'fortaleza de la democracia en la sociedad española'.


UNA OPOSICIÓN BASADA EN LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
'Los ciudadanos han decidido que los socialistas pasemos a la oposición. Lo haremos de acuerdo a nuestra identidad política, nuestros valores y convicciones, al sentido de la responsabilidad y al compromiso con el interés general de España que siempre hemos demostrado', ha aseverado el candidato socialista.

Respecto a las líneas maestras que marcarán su tarea opositora, Rubalcaba ha remarcado que los socialistas trabajarán con todas sus fuerzas para conseguir la recuperación de la economía y el empleo y para defender con el mismo empeño 'que la lucha contra la crisis no signifique una pérdida de los derechos y seguridades básicas conquistadas a lo largo de los años de esfuerzo, que cohesionan a la sociedad y protegen a todos los españoles'.

En concreto, ha adelantado que el PSOE defenderá 'los servicios públicos universales, la igualdad entre hombres y mujeres y todas las libertades y derechos civiles'. En cuanto a la cuestión europea, Rubalcaba ha apostado por trabajar por una Europa que esté a la altura de las 'difíciles circunstancias' y que 'adopte las decisiones que necesitamos para impulsar el crecimiento'.


LA CRISIS, EL PARO Y EL DESGASTE DEL GOBIERNO, CLAVES DE LA DERROTA
La situación económica, los casi cinco millones de parados, o la crisis de deuda española son algunos de los aspectos que más han castigado al dirigente socialista. La sombra y el desgaste del Gobierno de Zapatero, al que pertenecía como ministro del Interior, también ha pesado negativamente en sus posibilidades para ganar las elecciones.

Rubalcaba siempre ha sido consciente de ello y por este motivo no dudó en mostrar discrepancias con las medidas del presidente del Gobierno para tratar de distanciarse de sus políticas. Pese a haber indicado que entendió 'todo' lo que ha hecho Zapatero, dejó claro que algunas de sus decisiones de los 'últimos meses' no le habían 'gustado'. Aseguró que estaba orgulloso de él y que no le escondía, pero alegando estar centrado en la crisis y la economía, Rubalcaba apenas se ha referido a él en los mítines, en los que sí se ha rodeado de 'viejas glorias socialistas' como Felipe González o Alfonso Guerra.

Rubalcaba ha basado buena parte de su campaña electoral en 'meter miedo' a la sociedad sobre los recortes que, a su juicio, llevará a cabo Rajoy si el Partido Popular, como finalmente ha ocurrido, ganaba las elecciones. 'Si la derecha tuviera el poder absoluto, recortaría absolutamente' aseguraba en sus mítines, a la vez que recordaba las declaraciones de la secretaria del PP, Dolores de Cospedal, quien indicaba que las medidas de futuro del Gobierno popular para sacar al país adelante iban a provocar protestas entre los ciudadanos.

Asimismo, el candidato del PSOE ha centrado su discurso electoral en denunciar que Rajoy desvelara su 'plan oculto' y acusándole de no querer aclarar sus propuestas y presentar una oferta concreta por miedo a perder votos, algo que llegó a calificar de 'indecente' en una situación de 'incertidumbre' y 'crisis profunda'.

El anuncio de ETA, el pasado 20 de octubre, del cese definitivo de su actividad armada parecía que podía suponer un buen espaldarazo para el PSOE en general y para Rubalcaba en particular y es que como ministro del Interior destacó su contribución a la lucha antiterrorista, pese a que la banda no declarase su disolución ni la entrega de armas.

Sin embargo, el candidato socialista no ha querido, por 'principios', usar como arma electoral durante la campaña el fin de la banda terrorista y su postura ha sido la de que el terrorismo ha sido 'arreglado entre todos', pese a añadir que ya sabe que 'algunos más que otros' y, finalmente, el comunicado de ETA no ha provocado un aumento en la confianza y el apoyo del electorado y se ha producido la debacle anunciada y prevista.

Te puede interesar