'Seamos ambiciosos y realistas en nuestros objetivos, pero también os digo que nunca voy a prometer nada que no pueda cumplir'. Con esta declaración de intenciones se presentaba ayer el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo PérezRubalcaba, ante los suyos en un discurso muy interrumpido por los constantes aplausos y en el que anticipó parte de su programa electoral y su estrategia para la creación de empleo.
Durante más de 60 minutos marcó las líneas maestras de su proyecto con un significativo giro a la izquierda y una feroz defensa de lo público. De este modo, anticipó que los bancos y las cajas tendrán que contribuir con sus beneficios a la creación de empleo. Afirmó que aquellas entidades que han necesitado de dinero público deben ser seguidas con especial atención para que la inversión realizada con el dinero de todos los españoles revierta en ellos. Se mostró favorable a una mayor flexibilidad en el marco laboral, defendió en concreto el contrato a tiempo parcial y una nueva cultura empresarial donde los salarios de los trabajadores y los beneficios de los empresarios converjan y donde el sistema de retribuciones se base en el cumplimiento de objetivos.
También anunció que continuaría trabajando para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, y aunque reconoció que estos siete años se había avanzado mucho quedaba aún más por hacer.
En cualquier caso aseguró que la salida de la crisis tiene que ser para toda la sociedad y por eso anunció que aquellos que no la han sufrido tendrán que poner algo de su parte. Una de las fórmulas será la recuperación del impuesto sobre el Patrimonio, suprimido en esta legislatura pero que habrá que recuperar para los que más ganan.
YACIMIENTOS DE EMPLEO
En cuanto a los dos millones de parados que dejó la construcción, afirmó que habrá que recolocarlos en nuevos sectores y definió tres grandes áreas donde España era líder: en energías renovables, entre las empresas no contaminantes y en el campo sanitario con nuevos yacimientos de empleo como el que ha creado la Ley de Dependencia. En el caso concreto de la sanidad aseguró que nunca firmaría nada que la debilitara, rechazo el copago y las privatizaciones, y aseguró que era una pieza angular de la sociedad. Lo mismo para la educación: 'No voy a cambiar ninguna de las leyes educativas en vigor. La educación no necesita bandazos legislativos, sino consenso, diálogo y estabilidad'. En este sentido, destacó la contratación de 200.000 profesores antes de 2020, proponiendo un sistema como el MIR para los médicos, que ya había demostrado su eficacia dando uno de las mejores sistemas sanitarios del mundo, y que ahora se debía trasladar a la educación.
También dijo que había llegado el momento de estudiar una reforma electoral y puso como ejemplo el modelo alemán. Sin referirse al movimiento 15-M dijo que había que escuchar a los ciudadanos y escuchar sus propuestas. Contra la corrupción urbanística propuso control estatal y competencias previas para impedir nuevas burbujas inmobiliarias. Y finalmente apeló a la movilización de las bases para recuperar los votos de quienes les dieron la espalda en las últimas elecciones y una idea para todos: 'Nada está decidido, nada está escrito'.
También anunció que continuaría trabajando para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, y aunque reconoció que estos siete años se había avanzado mucho quedaba aún más por hacer.
En cualquier caso aseguró que la salida de la crisis tiene que ser para toda la sociedad y por eso anunció que aquellos que no la han sufrido tendrán que poner algo de su parte. Una de las fórmulas será la recuperación del impuesto sobre el Patrimonio, suprimido en esta legislatura pero que habrá que recuperar para los que más ganan.
YACIMIENTOS DE EMPLEO
En cuanto a los dos millones de parados que dejó la construcción, afirmó que habrá que recolocarlos en nuevos sectores y definió tres grandes áreas donde España era líder: en energías renovables, entre las empresas no contaminantes y en el campo sanitario con nuevos yacimientos de empleo como el que ha creado la Ley de Dependencia. En el caso concreto de la sanidad aseguró que nunca firmaría nada que la debilitara, rechazo el copago y las privatizaciones, y aseguró que era una pieza angular de la sociedad. Lo mismo para la educación: 'No voy a cambiar ninguna de las leyes educativas en vigor. La educación no necesita bandazos legislativos, sino consenso, diálogo y estabilidad'. En este sentido, destacó la contratación de 200.000 profesores antes de 2020, proponiendo un sistema como el MIR para los médicos, que ya había demostrado su eficacia dando uno de las mejores sistemas sanitarios del mundo, y que ahora se debía trasladar a la educación.
También dijo que había llegado el momento de estudiar una reforma electoral y puso como ejemplo el modelo alemán. Sin referirse al movimiento 15-M dijo que había que escuchar a los ciudadanos y escuchar sus propuestas. Contra la corrupción urbanística propuso control estatal y competencias previas para impedir nuevas burbujas inmobiliarias. Y finalmente apeló a la movilización de las bases para recuperar los votos de quienes les dieron la espalda en las últimas elecciones y una idea para todos: 'Nada está decidido, nada está escrito'.
