Obtiene el respaldo de la Ejecutiva Federal que criticó a quienes alimentan el debate nominalista

Rubalcaba sale victorioso del primer asalto contra Griñán

El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su comparecencia en rueda de prensa. (Foto: EMILIO NARANJO)
El pulso soterrado que mantienen el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del partido, José Antonio Griñán, se dirimió a favor del secretario general y con un chaparrón de críticas hacia el segundo, en el primer asalto público entre ambos desde el congreso federal de Sevilla.
Al menos así lo interpretan la mayoría de los miembros de la Ejecutiva Federal que consideran que Griñán 'replegó velas' y no hizo la más mínima alusión a si Rubalcaba debe seguir al frente del partido o si él estaría dispuesto a relevarle en el cargo. Fue en la primera reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE tras la derrota del 21-O, a la que llegaban tras suna intensa semana de 'ruido interno' en el que no faltaron voces que reclamaron un cambio de rumbo en el partido e incluso en su liderazgo.

Rubalcaba jugaba ayer en casa, porque la dirección está formada básicamente por sus fieles, los que le apoyaron en febrero para ganar la disputa a Carme Chacón por la Secretaría General. Aunque Griñán no llegó a pronunciarse por ninguno de los dos candidatos, se le situó en el bando de Chacón y, de hecho, buena parte de la abultada federación andaluza se posicionó a favor de la exministra de Defensa.

Unas desavenencias que, tras la victoria de Rubalcaba, se saldaron con el nombramiento de Griñán como presidente del PSOE, lo que, unido al airoso resultado en las elecciones andaluzas y asturianas de marzo, permitió firmar una tregua rota ahora tras los comicios vascos y gallegos.


CARA A CARA

Había mucha expectación para ver si Griñán hacía caso a las invitaciones de Rubalcaba y le decía 'cara a cara' lo que ha venido insinuando en los últimos días a través de los medios: que quizás no es el adecuado para pilotar el PSOE y que en ningún caso tiene que enrocarse hasta 2016 en la Secretaría General. Pero el dirigente andaluz, que preside la comunidad más grande de España y la federación socialista más potente, 'reculó'.

Tanto es así que Griñán limitó su intervención al debate territorial, en el que reclamó un papel protagonista para Andalucía, por considerar que el modelo de Estado no puede definirse entre Madrid y Barcelona.

Sentados uno al lado del otro en esta reunión de la dirección del partido, Rubalcaba y Griñán intercambió comentarios sobre las intervenciones de sus compañeros, aunque algunos de los asistentes vieron 'poco feeling' entre ellos.

Pese a que durante la semana pasada se fue calentando el debate interno a cuenta de la derrota en las elecciones vascas y gallegas, Rubalcaba salió airoso de esta reunión. Tanto es así que él mismo no dudó en confesar que se sintió 'unánimemente apoyado' por sus compañeros de filas. Y razones no le faltan, según las fuentes, porque la mayoría de los socialistas que tomaron la palabra coincidieron en respaldar la labor de una dirección que lleva menos de nueve meses y en criticar a quienes están alimentando el debate nominalista.

Su nombre no fue mencionado, pero varios de sus compañeros le enviaron un 'aviso a navegantes', en el sentido de que éste no es el momento de poner sobre la mesa la discusión sobre si Rubalcaba es el más adecuado para liderar el partido. Para la plana mayor del PSOE, lo que hay que hacer es acelerar la construcción de una alternativa al Gobierno del PP y dejar de lado los 'personalismos'.

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