El presidente del PP en Canarias, José Manuel Soria, ha dicho hoy que no tiene ninguna decepción ni está dolido con María San Gil, a la que admira muchísimo, pero ha añadido que no entiende el porqué ni la razón de la decisión que ha tomado al abandonar la ponencia política del XVI Congreso.
En declaraciones a TVE, Soria ha negado hoy que hubiera diferencias con San Gil sobre el contenido de la ponencia política y ha atribuido su decisión a la falta de confianza de la dirigente vasca en el líder nacional, Mariano Rajoy.
Sin embargo, ha reconocido que él no era partidario de incluir a todos los partidos nacionalistas en el mismo cajón y que, si se decidió así, fue porque Alicia Sánchez Camacho y él cedieron ante la posición de María San Gil porque es un referente moral y político y creíamos que, en eso, si alguien tenía que ceder éramos nosotros.
Ha negado rotundamente que hubiera algún motivo atribuible directamente al contenido de la ponencia para que San Gil decidiera abandonarla porque, según ha dicho, fue acordado y suscrito por los tres ponentes el domingo por la tarde, horas antes de que la dirigente vasca anunciara su decisión.
En concreto, ha desmentido que, como aseguró San Gil, los tres ponentes discutieran sobre el concepto de nación -desde luego conmigo no, y con Alicia tampoco, ha señalado-, y ha dicho que los tres tienen muy claro la idea de España como una nación de ciudadanos libres e iguales.
No ha querido valorar la mayor o menor legitimidad de los argumentos de San Gil, con quien admite no haber hablado ni inmediatamente antes, ni durante, ni después de que anunciara su decisión.
Ha aclarado que la misión del diputado José María Lasalle, al igual que la de Juan Carlos Vera en la ponencia de estatutos y la de Cristóbal Montoro en la económica, fue de coordinación de redacción.
Si no, la heterogeneidad del texto sería muy alta, teniendo en cuenta que unas partes las había escrito María, otras Alicia y otras yo. Esa y no otra fue la función que Lasalle hizo gestión en documento final, ha precisado.
El presidente del PP en Canarias ha considerado que si hay diferencias con Rajoy, no es bueno que se aireen públicamente y ha defendido que si se tiene que decir algo, se llame, se pida hora, se vaya a Génova a la séptima planta génova y se plantee.
Por último, Soria ha afirmado que ni se le pasa por la cabeza que San Gil pueda abandonar el PP porque se trata de uno de los grandes activos de su partido.
Sin embargo, ha reconocido que él no era partidario de incluir a todos los partidos nacionalistas en el mismo cajón y que, si se decidió así, fue porque Alicia Sánchez Camacho y él cedieron ante la posición de María San Gil porque es un referente moral y político y creíamos que, en eso, si alguien tenía que ceder éramos nosotros.
Ha negado rotundamente que hubiera algún motivo atribuible directamente al contenido de la ponencia para que San Gil decidiera abandonarla porque, según ha dicho, fue acordado y suscrito por los tres ponentes el domingo por la tarde, horas antes de que la dirigente vasca anunciara su decisión.
En concreto, ha desmentido que, como aseguró San Gil, los tres ponentes discutieran sobre el concepto de nación -desde luego conmigo no, y con Alicia tampoco, ha señalado-, y ha dicho que los tres tienen muy claro la idea de España como una nación de ciudadanos libres e iguales.
No ha querido valorar la mayor o menor legitimidad de los argumentos de San Gil, con quien admite no haber hablado ni inmediatamente antes, ni durante, ni después de que anunciara su decisión.
Ha aclarado que la misión del diputado José María Lasalle, al igual que la de Juan Carlos Vera en la ponencia de estatutos y la de Cristóbal Montoro en la económica, fue de coordinación de redacción.
Si no, la heterogeneidad del texto sería muy alta, teniendo en cuenta que unas partes las había escrito María, otras Alicia y otras yo. Esa y no otra fue la función que Lasalle hizo gestión en documento final, ha precisado.
El presidente del PP en Canarias ha considerado que si hay diferencias con Rajoy, no es bueno que se aireen públicamente y ha defendido que si se tiene que decir algo, se llame, se pida hora, se vaya a Génova a la séptima planta génova y se plantee.
Por último, Soria ha afirmado que ni se le pasa por la cabeza que San Gil pueda abandonar el PP porque se trata de uno de los grandes activos de su partido.