La exvicepresidenta del Gobierno y consejera permanente del Consejo de Estado María Teresa Fernández de la Vega ha abogado hoy por suscribir un nuevo contrato social que, a diferencia del de Rousseau, ha dicho, contenga un 'auténtico pacto de género' en aras de una ciudadanía completa.
De la Vega ha participado esta mañana en la inauguración del Congreso Internacional Violencia de Género y Justicia, que se desarrolla hoy y mañana en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Durante su intervención, la consejera ha defendido el perfeccionamiento de las 'armas de paz y ley' para avanzar, lograr mejores medios y ser más eficaces contra la violencia machista en una nueva época, la globalizada, que 'o será con las mujeres o no será para bien'.
Este objetivo por el que 'merece la pena darlo todo' se basa en la convicción, ha dicho, de que éste es el camino en el que 'nos jugamos mucho como sociedad' porque la igualdad entre hombres y mujeres es un elemento nuclear de la 'auténtica democracia'.
Frente a los 'agoreros' o 'inconscientes' que descalifican esta labor para conseguir ventajas políticas, De la Vega ha animado a trabajar con 'redoblado ahínco y compromiso' y a no tener dudas para acabar con la 'indulgencia' sobre la violencia machista expandiendo empatía y solidaridad como alianza imprescindible para erradicarla.
'Pararnos sería retroceder', ha insistido la exvicepresidenta del Gobierno, quien ha destacado la ley contra la violencia de género española como instrumento que está siendo introducido en los ordenamientos jurídicos de distintos países.
Se trata, en definitiva, de combatir con determinación política y con todas las 'armas de la democracia' esta lacra, que se registra en muchos hogares en los que los Estados han permanecido ajenos.
Es por ello, porque el espacio privado se ha mantenido como territorio vedado a la ley, por lo que la lucha contra la violencia contra las mujeres es 'por fin un asunto de Estado', de derechos que 'nos afecta a todos'.
'Hemos llegado muy tarde a la batalla contra la violencia de género', ha dicho De la Vega, quien se ha referido al 'retraso' con el que se ha afrontado este problema 'que nos está costando muy caro', pues proclamar la igualdad 'no es suficiente', es necesaria una actitud proactiva de todas las instituciones contra el maltrato.
Así, ha mencionado las violaciones de mujeres como técnica de 'guerra total' en Ruanda o en Darfur ante la 'impotencia' de la comunidad internacional que ha constatado su 'fracaso', pues 'las mujeres siguen siendo hoy más que nunca armas de guerra'.
'La violencia sólo tiene que ver con el poder', ha alegado, una situación propia de un patriarcado de origen ancestral que aparece como primera forma de expresión del ser humano para conseguir un objetivo no instintivo, como la caza o el territorio, sino 'para controlar el poder de la maternidad y de la reproducción'.
El Estado y el Derecho, el rechazo social, las nuevas tecnologías y la globalización, la empatía y la solidaridad son aliados contra la violencia contra las mujeres, un 'combate' que 'todos tenemos que hacer y ganar' luchando cada día 'contra una de las más odiosas formas de violencia que pueden existir', ha concluido.
Asimismo, ha intervenido en el acto la secretaria general de Igualdad de la Xunta, Susana López Abella, quien ha postulado la socialización y la educación para erradicar la violencia de género, que ha motivado 1.342 órdenes de protección en Galicia en 2010, de las que el 61% se resolvieron favorablemente, y un total de 5.270 denuncias, que representan el 4% de las presentadas en España.
También la directora general del Servicio Gallego de Salud, Esperanza Fernández, ha señalado los 'pasos de gigante' dados en esta materia, con la homogeneización de actuaciones en centros de salud y hospitales, y protocolos que permiten la anticipación.
El alcalde de Santiago de Compostela, Gerardo Conde Roa, ha vinculado la protección de las víctimas con la independencia económica, agravada por la crisis; y la decana del Colegio de Psicólogos, Rosa Álvarez, ha planteado la prevención y la educación para luchar contra la violencia de género, la 'forma más cruel' de la desigualdad.
La organizadora del Congreso, Raquel Castillejo, ha sostenido que esta cita pretende sensibilizar en esta materia, aspiración que ha compartido el rector de la USC, Juan Casares, como 'llamada a la conciencia'.
